Juan 21:17 - Biblia Castilian 2003 Por tercera vez le pregunta: 'Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?'. Pedro sintió pena cuando Jesús le dijo por tercera vez '¿me quieres?' y le respondió: 'Se or, tú lo sabes todo, tú conoces bien que te quiero'. D cele Jesús: 'Apacienta mis ovejas. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas. Biblia Nueva Traducción Viviente Le preguntó por tercera vez: —Simón, hijo de Juan, ¿me quieres? A Pedro le dolió que Jesús le dijera la tercera vez: «¿Me quieres?». Le contestó: —Señor, tú sabes todo. Tú sabes que yo te quiero. Jesús dijo: —Entonces, alimenta a mis ovejas. Biblia Católica (Latinoamericana) Insistió Jesús por tercera vez: 'Simón Pedro, hijo de Juan, ¿me quieres?' Pedro se puso triste al ver que Jesús le preguntaba por tercera vez si lo quería y le contestó: 'Señor, tú lo sabes todo, tú sabes que te quiero. Entonces Jesús le dijo: 'Apacienta mis ovejas. La Biblia Textual 3a Edicion Le dice la tercera vez: Simón, hijo de Juan, ¿me quieres? Pedro se entristeció de que la tercera vez le preguntara: ¿me quieres?,° y le dijo: Señor, Tú lo sabes todo; Tú conoces que te quiero. Le dice: Apacienta mis ovejitas. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Por tercera vez le pregunta: 'Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?'. Pedro sintió pena cuando Jesús le dijo por tercera vez '¿me quieres?' y le respondió: 'Señor, tú lo sabes todo, tú conoces bien que te quiero'. Dícele Jesús: 'Apacienta mis ovejas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro, entristecido de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? Le dijo: Señor, tú sabes todas las cosas; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas. |
Ella dijo entonces a El as: '¿Qué tengo yo que ver contigo, hombre de Dios? ¿Has venido a mi para recordar mis culpas y hacer morir a mi hijo?'.
¿Qué más podr a decirte David por la gloria que concedes a tu siervo? Tú conoces a tu siervo.
Yo sé, oh Dios m o, que tú sondeas los corazones y amas la rectitud; por eso con rectitud de corazón te he ofrecido espontáneamente todo esto, y ahora veo con alegr a que tu pueblo, aqu presente, te ofrece por su propia voluntad sus dones.
Si exploras mi interior, si me visitas en la noche, o si quieres probarme en el crisol, nada habrás de encontrar: la iniquidad no pasa por mi boca.
Yo, Yahveh, escruto el corazón, sondeo las entra as, para dar a cada uno según su conducta, según el fruto de sus obras.
Y el rey les responderá: 'Os lo aseguro: todo lo que hicisteis con uno de estos hermanos más peque os, conmigo lo hicisteis'.
En aquel momento cantó un gallo por segunda vez. Entonces recordó Pedro aquello que Jesús le hab a dicho: 'Antes que el gallo cante por segunda vez, tres veces me habrás negado tú'. Y rompió a llorar con grandes sollozos.
Porque a los pobres siempre los tenéis con vosotros; pero a m no me tenéis siempre'.
Contesta Jesús: '¿Que tú estás dispuesto a dar tu vida por m ? De verdad te lo aseguro: no cantará el gallo, sin que me hayas negado tres veces.'
Si guardáis mis mandamientos permaneceréis en mi amor, lo mismo que yo siempre he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.
Ahora vemos que todo lo sabes y no necesitas que nadie te pregunte; por eso creemos que has venido de Dios'.
Sabiendo Jesús todo lo que le iba a sobrevenir, se adelantó y les dijo: '¿A quién buscáis?'.
De verdad te lo aseguro: cuando eras más joven, tú mismo te ce as e ibas a donde quer as, pero cuando seas viejo, extenderás tus manos y otro te ce irá y te llevará a donde no quieras'.
Y puestos en oración dijeron: 'Tú, Se or, conocedor de los corazones de todos, ind canos a quién de estos dos has elegido
Y Dios, que conoce los corazones, lo ratificó, dándoles el Esp ritu Santo como a nosotros,
Mi orgullo se basa en el testimonio de nuestra conciencia de que hemos actuado en el mundo, y especialmente con vosotros, con la simplicidad y honradez de Dios, [y] no con sabidur a carnal, sino con la gracia de Dios.
Y no disgustéis al Esp ritu Santo de Dios, en el cual fuisteis sellados para el d a de la redención.
'El Dios de los dioses, Yahveh, lo sabe bien y también Israel debe saberlo: si ha habido rebelión o infidelidad contra Yahveh, que él se niegue hoy a prestarnos auxilio.
Por ello rebosáis de gozo, aunque tengáis que sufrir por algún tiempo diversas pruebas.
Ésta es ya, queridos hermanos, la segunda carta que os escribo. Y en ambas procuro excitar en vosotros, con el recuerdo, una sincera inteligencia.
A sus hijos los mataré sin remisión, y conocerán todas las Iglesias que soy yo quien escruta los corazones y las entra as. Yo os daré a cada uno de vosotros según sus obras.
Yo, a los que amo, los reprendo y castigo. ¡An mate, pues, y conviértete!