Mirad que os env o como ovejas en medio de lobos; sed, por tanto, cautelosos como serpientes y sencillos como palomas.
Juan 20:21 - Biblia Castilian 2003 Entonces les dijo [Jesús] por segunda vez: 'Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, as también os env o yo'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío. Biblia Nueva Traducción Viviente Una vez más les dijo: «La paz sea con ustedes. Como el Padre me envió a mí, así yo los envío a ustedes». Biblia Católica (Latinoamericana) Jesús les volvió a decir: '¡La paz esté con ustedes! Como el Padre me envío a mí, así los envío yo también. La Biblia Textual 3a Edicion Así que les dijo otra vez: Paz a vosotros: como el Padre me envió, Yo también os envío.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Entonces les dijo [Jesús] por segunda vez: 'Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros: Como me envió el Padre, así también yo os envío. |
Mirad que os env o como ovejas en medio de lobos; sed, por tanto, cautelosos como serpientes y sencillos como palomas.
Quien os recibe a vosotros, a m me recibe; y quien a m me recibe, recibe a aquel que me envió.
Mientras estaban comentando estas cosas, él mismo se presentó en medio de ellos y les dijo: 'La paz con vosotros'.
De verdad os lo aseguro: el que reciba al que yo env e, a m me recibe; y el que a m me recibe, recibe al que me ha enviado'.
'La paz os dejo, mi paz os doy: no como el mundo la da, la doy yo. No se turbe vuestro corazón ni sienta miedo.
Cuando llegó la noche de aquel mismo d a, el primero de la semana, y estando bien cerradas, por miedo de los jud os, las puertas del lugar donde se encontraban los disc pulos, llegó Jesús, se pone delante y les dice: 'Paz a vosotros'.
Ocho d as después, estaban otra vez sus disc pulos dentro, y Tomás con ellos. Estando bien cerradas las puertas, llega Jesús, se pone delante y les dice: 'Paz a vosotros'.
Porque Dios no envió su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por su medio.
desde el principio hasta el d a en que, después de haber dado instrucciones, por medio del Esp ritu Santo, a los apóstoles que él se hab a elegido, fue arrebatado a lo alto.
sino que recibiréis la fuerza del Esp ritu Santo que vendrá sobre vosotros y seréis testigos m os en Jerusalén y en toda Judea y Samar a y hasta los confines de la tierra'.
Y lo que escuchaste de m en presencia de muchos testigos, depos talo en hombres de confianza, que sean a su vez capaces de ense ar a otros.
Por lo tanto, hermanos del pueblo santo que compart s una vocación celestial, considerad al apóstol y sumo sacerdote, objeto de nuestra profesión de fe, a Jesús,