escucha desde el cielo, lugar de tu morada, y perdona y actúa y da a cada uno según su conducta, tu que conoces su corazón, porque sólo tú conoces el corazón de todos los hijos de los hombres,
Juan 2:24 - Biblia Castilian 2003 Pero Jesús no se confiaba a ellos, porque él conoc a a todos Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Pero Jesús mismo no se fiaba de ellos, porque conocía a todos, Biblia Nueva Traducción Viviente pero Jesús no confiaba en ellos porque conocía todo acerca de las personas. Biblia Católica (Latinoamericana) y no necesitaba pruebas sobre nadie, La Biblia Textual 3a Edicion Pero Jesús mismo no se confiaba a ellos, porque Él conocía a todos, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero Jesús no se confiaba a ellos, porque él conocía a todos Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero Jesús mismo no se fiaba de ellos, porque los conocía a todos. |
escucha desde el cielo, lugar de tu morada, y perdona y actúa y da a cada uno según su conducta, tu que conoces su corazón, porque sólo tú conoces el corazón de todos los hijos de los hombres,
Y tú, Salomón, hijo m o, reconoce al Dios de tu padre y s rvele con corazón perfecto y ánimo generoso, porque Yahveh sondea todos los corazones y penetra la ndole de todos los pensamientos. Si lo buscas, él se dejará hallar por ti; pero si lo abandonas, te rechazará para siempre.
Yo sé, oh Dios m o, que tú sondeas los corazones y amas la rectitud; por eso con rectitud de corazón te he ofrecido espontáneamente todo esto, y ahora veo con alegr a que tu pueblo, aqu presente, te ofrece por su propia voluntad sus dones.
Nada hay más tramposo que el corazón y está desahuciado; ¿quién podrá entenderlo?
Y penetrando Jesús sus pensamientos, dijo: '¿Por qué estáis pensando mal en vuestro corazón?
Pero, conociendo al momento Jesús en su esp ritu que pensaban as en su interior les dice: '¿Por qué pensáis tales cosas en vuestro corazón?
Y lo llevó a presentárselo a Jesús. Jesús, fijando en él su mirada, le dijo: 'Tú eres Simón, el hijo de Juan; pues tú te llamarás Cefas, que significa Pedro'.
Ahora vemos que todo lo sabes y no necesitas que nadie te pregunte; por eso creemos que has venido de Dios'.
Por tercera vez le pregunta: 'Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?'. Pedro sintió pena cuando Jesús le dijo por tercera vez '¿me quieres?' y le respondió: 'Se or, tú lo sabes todo, tú conoces bien que te quiero'. D cele Jesús: 'Apacienta mis ovejas.
Entonces Jesús, conociendo que pretend an llevárselo a la fuerza para proclamarlo rey, se retiró de nuevo al monte él solo.
Pero hay entre vosotros algunos que no creen'. Efectivamente, Jesús sab a ya desde el principio quiénes eran los que no cre an y quién era el que lo iba a entregar.
Y puestos en oración dijeron: 'Tú, Se or, conocedor de los corazones de todos, ind canos a quién de estos dos has elegido
Y Dios, que conoce los corazones, lo ratificó, dándoles el Esp ritu Santo como a nosotros,
cuando le alcancen muchos males y aflicciones, este cántico dará testimonio contra ellos, pues no caerá en olvido en la boca de sus descendientes. Porque yo conozco los propósitos que se forja hoy, aun antes de que lo introduzca en el pa s que le promet bajo juramento'.
Nada creado está oculto a su presencia: todo está desnudo y patente a los ojos de aquel a quien hemos de rendir cuentas.
A sus hijos los mataré sin remisión, y conocerán todas las Iglesias que soy yo quien escruta los corazones y las entra as. Yo os daré a cada uno de vosotros según sus obras.
Pero Yahveh dijo a Samuel: 'No mires su buena presencia ni su gran estatura, porque yo lo he descartado. Dios no mira como mira el hombre; porque el hombre no ve más que la apariencia, pero Yahveh ve el corazón'.