Entonces tomó la palabra y me respondió as: 'Ésta es la palabra de Yahveh a Zorobabel: no por el poder ni por la fuerza, sino por mi esp ritu - dice Yahveh Sebaot -.
Juan 2:15 - Biblia Castilian 2003 Hizo entonces un látigo de cuerdas y los arrojó a todos del templo, con las ovejas y los bueyes; desparramó las monedas de los cambistas y les volcó las mesas. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y haciendo un azote de cuerdas, echó fuera del templo a todos, y las ovejas y los bueyes; y esparció las monedas de los cambistas, y volcó las mesas; Biblia Nueva Traducción Viviente Jesús se hizo un látigo con unas cuerdas y expulsó a todos del templo. Echó las ovejas y el ganado, arrojó por el suelo las monedas de los cambistas y les volteó las mesas. Biblia Católica (Latinoamericana) Hizo un látigo con cuerdas y los echó a todos fuera del Templo junto con las ovejas y bueyes; derribó las mesas de los cambistas y desparramó el dinero por el suelo. La Biblia Textual 3a Edicion Y haciendo un azote de cuerdas, echó fuera del templo a todos, con las ovejas y los bueyes, y desparramó las monedas de los cambistas, y volcó las mesas, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Hizo entonces un látigo de cuerdas y los arrojó a todos del templo, con las ovejas y los bueyes; desparramó las monedas de los cambistas y les volcó las mesas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y haciendo un azote de cuerdas, echó fuera del templo a todos, y las ovejas y los bueyes; y desparramó el dinero de los cambistas, y trastornó las mesas; |
Entonces tomó la palabra y me respondió as: 'Ésta es la palabra de Yahveh a Zorobabel: no por el poder ni por la fuerza, sino por mi esp ritu - dice Yahveh Sebaot -.
Entró Jesús en el templo y expulsó a todos los que vend an y compraban en él; también volcó las mesas de los cambistas y los puestos de los vendedores de palomas,
Y encontró en el templo a los que vend an bueyes y ovejas y palomas, y a los cambistas sentados junto a sus mesas.
Y a los que vend an palomas les dijo: 'Quitad esto de aqu; no hagáis de la casa de mi Padre una casa de comercio'.
Al punto, los soldados cortaron las amarras del esquife y lo dejaron caer.
Las armas de mi combate no son carnales, sino que tienen poder divino para derribar fortalezas: derribamos sofismas