No te alejes de m, pues la angustia está cerca, y no hay otro que me ampare.
Juan 18:3 - Biblia Castilian 2003 Habiendo, pues, recibido Judas la cohorte y los guardias de los pont fices y [de] los fariseos, fue allá, con linternas, antorchas y armas. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Judas, pues, tomando una compañía de soldados, y alguaciles de los principales sacerdotes y de los fariseos, fue allí con linternas y antorchas, y con armas. Biblia Nueva Traducción Viviente Los principales sacerdotes y los fariseos le habían dado a Judas un grupo de soldados romanos y guardias del templo para que lo acompañaran. Llegaron al huerto de olivos con antorchas encendidas, linternas y armas. Biblia Católica (Latinoamericana) Judas hizo de guía a los soldados romanos y a los guardias enviados por los jefes de los sacerdotes y los fariseos, que llegaron allí con linternas, antorchas y armas. La Biblia Textual 3a Edicion Judas entonces, habiendo recibido la cohorte° y algunos alguaciles de parte de los sumos sacerdotes y de los fariseos, fue allí con linternas, antorchas y armas. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Habiendo, pues, recibido Judas la cohorte y los guardias de los pontífices y [de] los fariseos, fue allá, con linternas, antorchas y armas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces Judas, tomando una compañía y alguaciles de los principales sacerdotes y de los fariseos, vino allí con linternas y antorchas, y con armas. |
No te alejes de m, pues la angustia está cerca, y no hay otro que me ampare.
El reino de los cielos será entonces semejante a diez v rgenes, que tomaron sus lámparas y salieron al encuentro del novio.
Durante la cena, cuando ya el diablo hab a metido en el corazón de Judas Iscariote, el de Simón, la idea de entregarlo,
Entonces la cohorte, el tribuno y los guardias de los jud os prendieron a Jesús, lo ataron
Estaban all los criados y los guardias, que hab an hecho unas brasas para calentarse, pues hac a fr o. También Pedro estaba con ellos, de pie, calentándose.
Al decir esto Jesús, uno de los guardias que all hab a le dio una bofetada, diciéndole: '¿As respondes al sumo sacerdote?'.
Cuando lo vieron, los pont fices y los guardias comenzaron a gritar: '¡Crucif calo! ¡Crucif calo!'. Pilato les contesta: 'Tomadlo vosotros y crucificadlo; porque yo no encuentro delito en él'.
Al enterarse los fariseos de que el pueblo rumoreaba esto acerca de él, los pont fices y los fariseos enviaron guardias para prenderlo.
'Hermanos, era preciso que se cumpliera la sentencia de la Escritura que por boca de David predijo el Esp ritu Santo acerca de Judas, convertido en gu a de los que prendieron a Jesús.
Hab a en Cesarea un hombre llamado Cornelio, centurión de la cohorte 'Itálica',