Pero el rey respondió: '¿Qué tengo yo que ver con vosotros, hijos de Servia? Déjalo que me insulte. Porque si Yahveh le dice: 'Insulta a David', ¿quién podrá decirle: 'Por qué haces eso?''.
Juan 18:11 - Biblia Castilian 2003 Jesús dijo a Pedro: 'Mete la espada en la vaina. ¿Es que no voy a beber el cáliz que me ha dado mi Padre?'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Jesús entonces dijo a Pedro: Mete tu espada en la vaina; la copa que el Padre me ha dado, ¿no la he de beber? Biblia Nueva Traducción Viviente Pero Jesús le dijo a Pedro: «Mete tu espada en la vaina. ¿Acaso no voy a beber de la copa de sufrimiento que me ha dado el Padre?». Biblia Católica (Latinoamericana) Jesús dijo a Pedro: 'Coloca la espada en su lugar. ¿Acaso no voy a beber la copa que el Padre me ha dado?' La Biblia Textual 3a Edicion Entonces Jesús dijo a Pedro: Mete la espada en la vaina. La copa° que me ha dado el Padre, ¿no la he de beber? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Jesús dijo a Pedro: 'Mete la espada en la vaina. ¿Es que no voy a beber el cáliz que me ha dado mi Padre?'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces Jesús dijo a Pedro: Mete tu espada en la vaina; la copa que mi Padre me ha dado, ¿no la he de beber? |
Pero el rey respondió: '¿Qué tengo yo que ver con vosotros, hijos de Servia? Déjalo que me insulte. Porque si Yahveh le dice: 'Insulta a David', ¿quién podrá decirle: 'Por qué haces eso?''.
Has procedido según la conducta de tu hermana, por eso voy a poner su cáliz en tus manos'.
Pero Jesús contestó: 'No sabéis lo que ped s. ¿Sois capaces de beber el cáliz que yo tengo que beber?'. Ellos le responden: 'S que lo somos'.
Y adelantándose un poco, se postró en tierra y oraba diciendo: '¡Padre m o: si es posible, que pase de m este cáliz! Pero no sea como yo quiero sino como quieres tú'.
Se alejó por segunda vez y de nuevo estuvo orando: '¡Padre m o: si esto no puede pasar sin que yo lo beba, hágase tu voluntad!'.
Pues todas estas cosas las buscan ansiosamente los paganos del mundo; pero vuestro Padre sabe bien que las necesitáis.
as: '¡Padre, si quieres, aparta de m este cáliz! Sin embargo, no se haga mi voluntad, sino la tuya'. [
Si guardáis mis mandamientos permaneceréis en mi amor, lo mismo que yo siempre he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.
'Padre quiero que donde voy a estar, estén también conmigo los que me has dado y as contemplen mi gloria, la que me has dado, porque me has amado desde antes de la creación del mundo.
Respondió Jesús: 'Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mi escolta habr a luchado para que no fuera yo entregado a los jud os; pero mi reino no es de aqu '.
Jesús le responde: 'Suéltame, pues todav a no he subido al Padre, vete a mis hermanos y diles: 'Voy a subir a mi Padre y vuestro Padre; a mi Dios y vuestro Dios''.
Las armas de mi combate no son carnales, sino que tienen poder divino para derribar fortalezas: derribamos sofismas
con palabra de verdad, con poder de Dios; mediante las armas de la justicia, las de la derecha y las de la izquierda;
fija nuestra mirada en el jefe iniciador y consumador de la fe: Jesús. El cual, a la vista de la dicha que se le presentaba, soportó la cruz, sin tomar en cuenta la ignominia, y está sentado a la diestra del trono de Dios.