pero si las realizo, aunque a m no me creáis, creed en esas obras, para que sepáis y conozcáis que el Padre está en m y yo en el Padre'.
Juan 17:23 - Biblia Castilian 2003 Yo en ellos y tú en m, para que lleguen a ser consumados en uno, y as el mundo conozca que tú me has enviado y que los has amado como tú me has amado a m.' Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado. Biblia Nueva Traducción Viviente Yo estoy en ellos, y tú estás en mí. Que gocen de una unidad tan perfecta que el mundo sepa que tú me enviaste y que los amas tanto como me amas a mí. Biblia Católica (Latinoamericana) yo en ellos y tú en mí. Así alcanzarán la perfección en la unidad, y el mundo conocerá que tú me has enviado y que yo los he amado a ellos como tú me amas a mí. La Biblia Textual 3a Edicion Yo en ellos y Tú en mí, para que sean perfeccionados en una unidad, para que el mundo conozca que Tú me enviaste, y los amaste a ellos como me amaste a mí. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Yo en ellos y tú en mí, para que lleguen a ser consumados en uno, y así el mundo conozca que tú me has enviado y que los has amado como tú me has amado a mí.' Biblia Reina Valera Gómez (2023) Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfeccionados en uno; y para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado como también a mí me has amado. |
pero si las realizo, aunque a m no me creáis, creed en esas obras, para que sepáis y conozcáis que el Padre está en m y yo en el Padre'.
En esto conocerán todos que sois disc pulos m os: en que tenéis amor unos con otros.'
¿No crees que yo estoy en el Padre y que el Padre está en m ? Las palabras que yo os digo, no las digo por mi cuenta; el Padre que mora en m es quien realiza sus obras.
Jesús le contestó: 'Si uno me ama, guardará mi palabra, mi Padre lo amará y vendremos a él para fijar morada en él.
porque el Padre mismo os ama, ya que vosotros me habéis amado y habéis cre do que yo he salido de Dios.
Yo no estoy ya en el mundo; pero ellos se quedan en el mundo, mientras que yo voy a ti. Padre santo, guárdalos en tu nombre, en ese nombre que me has dado, para que también ellos, lo mismo que nosotros, sean uno.
Que todos sean uno. Como tú, Padre, en m y yo en ti, que también ellos estén en nosotros, y as el mundo crea que tú me has enviado.
'Padre quiero que donde voy a estar, estén también conmigo los que me has dado y as contemplen mi gloria, la que me has dado, porque me has amado desde antes de la creación del mundo.
Les he revelado tu nombre, y se lo seguiré revelando, para que el amor con que me has amado esté con ellos, y en ellos también yo.'
Pues ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y al que enviaste, Jesucristo.
pues las palabras que tú me diste se las he dado a ellos, y ellos las han acogido, porque saben realmente que yo sal de ti y han cre do que tú me has enviado.
Porque Dios no envió su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por su medio.
De Dios viene el que vosotros estéis en Cristo Jesús, el cual, por iniciativa de Dios, se hizo nuestra sabidur a, como también justicia, santificación y redención.
Al que no conoció pecado, lo hizo pecado por nosotros, para que en él llegáramos nosotros a ser justicia de Dios.
Ya no hay jud o ni griego; ya no hay esclavo ni libre; ya no hay varón ni mujer, pues todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.
As, pues, todos los que somos ya maduros, debemos tener estas aspiraciones; y si en algo experimentáis otros sentimientos, también esto os lo aclarará Dios.
A éste anunciamos nosotros advirtiendo y ense ando a todos los hombres en toda sabidur a, para que podamos presentarlos a todos ellos como hombres perfectos en Cristo.
para que se consuelen sus corazones, caminen unidos en amor y alcancen toda la riqueza de la plenitud de la inteligencia en el profundo conocimiento del misterio de Dios, Cristo,
Y por encima de todo esto, revest os del amor, que es v nculo de la perfección.
El Dios de toda gracia, el que os llamó a su eterna gloria en Cristo después que hayáis padecido un poco, os restablecerá, confirmará, robustecerá y hará inconmovibles.
lo que hemos visto y o do os lo anunciamos también a vosotros, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros. Pues nosotros, en efecto, tenemos comunión con el Padre y con su Hijo Jesucristo.
Ved qué gran amor nos ha dado el Padre: que nos llamemos hijos de Dios. ¡Y lo somos! Por eso no os conoce el mundo, porque no lo conoció a él.
Mira: voy a entregarte algunos de la sinagoga de Satanás, que dicen ser jud os y no lo son, sino que mienten. Los voy a obligar a que vengan y se postren a tus pies, y sepan que te amo.