Convoca a los Doce, y los fue enviando de dos en dos, dándoles poder sobre los esp ritus impuros.
Juan 17:22 - Biblia Castilian 2003 La gloria que me has dado yo se la he dado a ellos, para que sean uno, como nosotros somos uno. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno. Biblia Nueva Traducción Viviente »Les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno, como nosotros somos uno. Biblia Católica (Latinoamericana) Yo les he dado la Gloria que tú me diste, para que sean uno como nosotros somos uno: La Biblia Textual 3a Edicion Y Yo les he dado la gloria que me has dado, para que sean uno como Nosotros somos uno. Biblia Serafín de Ausejo 1975 La gloria que me has dado yo se la he dado a ellos, para que sean uno, como nosotros somos uno. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y la gloria que me diste, yo les he dado; para que sean uno, como nosotros somos uno. |
Convoca a los Doce, y los fue enviando de dos en dos, dándoles poder sobre los esp ritus impuros.
a fin de que, en mi reino, comáis y bebáis a mi mesa y estéis sentados sobre tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel.
Y la Palabra se hizo carne y puso su morada entre nosotros. Nosotros vimos su gloria, gloria como de Hijo único que viene del Padre, lleno de gracia y de verdad.
Aquel d a, comprenderéis que yo estoy en mi Padre y vosotros en m y yo en vosotros.'
'Padre quiero que donde voy a estar, estén también conmigo los que me has dado y as contemplen mi gloria, la que me has dado, porque me has amado desde antes de la creación del mundo.
Ellos, pues, sal an gozosos de la presencia del sanedr n, porque hab an sido dignos de padecer afrentas por el Nombre.
Y a los que de antemano destinó, también los llamó, y a los que llamó, también los justificó; y a los que justificó, también los glorificó.
Y nosotros todos, con el rostro descubierto, reflejando como en un espejo la gloria del Se or, su imagen misma, nos vamos transfigurando con gloria creciente como por la acción del Se or, que es Esp ritu.
Hacemos, pues, de embajadores en nombre de Cristo y es Dios el que por medio de nosotros os exhorta: 'En nombre de Cristo os lo pedimos: dejaos reconciliar con Dios'.
Siendo, pues, colaboradores suyos, también os exhortamos a que no recibáis en vano la gracia de Dios.
edificados sobre el cimiento de los apóstoles y profetas, siendo la piedra angular Cristo Jesús,
Porque a vosotros os ha sido concedido, no sólo el creer en Cristo, sino el sufrir por él,
Ahora me alegro de mis padecimientos por vosotros, y voy completando en mi carne lo que falta a las tribulaciones de Cristo en favor de su cuerpo, que es la Iglesia,
lo que hemos visto y o do os lo anunciamos también a vosotros, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros. Pues nosotros, en efecto, tenemos comunión con el Padre y con su Hijo Jesucristo.
El que guarda sus mandamientos permanece en Dios, y Dios en él. Y en esto conocemos que permanece en nosotros: por el Esp ritu que nos ha dado.
En esto culmina el amor entre nosotros: en que tengamos plena confianza en el d a del juicio; porque tal como es él, somos también nosotros en este mundo.
La muralla de la ciudad se asentaba sobre doce bases; y sobre ellas, doce nombres, los de los doce apóstoles del Cordero.