'Pero sobre la casa de David y sobre los habitantes de Jerusalén derramaré un esp ritu de gracia y de oración, y mirarán a aquel a quien ellos mismos traspasaron. Harán duelo por él como se hace duelo por el hijo único y llorarán amargamente por él como se llora amargamente por el primogénito.
Esto lo dijo refiriéndose al Esp ritu que hab an de recibir los que creyeran en él; aún no hab a Esp ritu, porque Jesús no hab a sido glorificado todav a.
Por eso os hago saber que nadie que habla en Esp ritu de Dios, dice: '¡Maldito sea Jesús!'. Y nadie puede decir: 'Jesús es Se or', sino en el Esp ritu Santo.
Porque Dios que dijo: 'De entre las tinieblas brille la luz', Él es quien hizo brillar la luz en nuestros corazones, para que resplandezca el conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Cristo.
Lo de preciosa se refiere a vosotros, los creyentes; mas por los no creyentes: La piedra que rechazaron los constructores, se ha tornado en remate de esquina,
Y sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado inteligencia para que conozcamos al Verdadero. Estamos en el Verdadero, en su Hijo Jesucristo. Éste es el verdadero Dios la vida eterna.
Éste es el que viene por agua y sangre, Jesucristo; no en el agua solamente, sino en el agua y en la sangre. Y de ello da testimonio el Esp ritu, porque el Esp ritu es la verdad.
Yo ca a sus pies para adorarlo. Pero me dijo: 'No hagas eso. Consiervo tuyo soy y de tus hermanos, que tienen el testimonio de Jesús. A Dios has de adorar'. Pues el testimonio de Jesús es el esp ritu de profec a.