No se humillen por m los que en ti esperan, Adonay Se or de los ejércitos, ni se azoren por m los que te buscan, oh Dios de Israel.
Juan 15:21 - Biblia Castilian 2003 Pero todo esto os lo harán por causa de mi nombre, porque no conocen al que me ha enviado. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Mas todo esto os harán por causa de mi nombre, porque no conocen al que me ha enviado. Biblia Nueva Traducción Viviente Les harán todo eso a causa de mí, porque han rechazado a aquel que me envió. Biblia Católica (Latinoamericana) Les harán todo esto por causa de mi nombre, porque no conocen al que me envió. La Biblia Textual 3a Edicion Pero esto os harán por causa de mi nombre, porque no han conocido al que me envió. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero todo esto os lo harán por causa de mi nombre, porque no conocen al que me ha enviado. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero todo esto os harán por causa de mi nombre; porque no conocen al que me envió. |
No se humillen por m los que en ti esperan, Adonay Se or de los ejércitos, ni se azoren por m los que te buscan, oh Dios de Israel.
Escuchad la palabra de Yahveh, los que tembláis a su palabra: dicen vuestros hermanos que os odian, que os rechazan por causa de mi nombre: ¡Muestre su gloria Yahveh y veamos vuestra alegr a! Pero ellos quedarán avergonzados.
también seréis llevados ante gobernadores y reyes por mi causa, para dar testimonio ante ellos y ante los gentiles.
Seréis odiados por todos a causa de mi nombre; pero el que se mantenga firme hasta el final, éste se salvará.
El que haya encontrado su vida, la perderá; y el que haya perdido su vida por mi causa, la encontrará.
Entonces os entregarán al tormento y os matarán y seréis odiados por todos los pueblos a causa de mi nombre.
Bienaventurados seréis cuando, por causa m a, os insulten y persigan y profieran toda clase de calumnias contra vosotros.
y seréis odiados por todos a causa de mi nombre. Pero quien se mantenga firme hasta el final, éste se salvará.
Pero antes de todo eso, se apoderarán de vosotros y os perseguirán: os entregarán a las sinagogas y os meterán en las cárceles y os harán comparecer ante reyes y gobernadores por causa de mi nombre.
Bienaventurados seréis cuando los hombres os odien y cuando os excluyan, os insulten y proscriban vuestro nombre como maldito por causa del Hijo del hombre.
Si yo no hubiera hecho entre ellos obras que ningún otro ha realizado no ser an culpables; ahora, aunque las han visto, nos han odiado tanto a m como a mi Padre.
Padre justo, realmente el mundo no te conoce, pero yo s te conozco; y éstos han conocido que tú me has enviado.
Le preguntan entonces: '¿Dónde está tu Padre?'. Jesús contestó: 'Ni a m me conocéis ni a mi Padre; si a m me conocierais, conocer ais también a mi Padre'.
Respondió Jesús: 'Si yo me glorificara a m mismo, mi gloria no valdr a nada; es el Padre el que me glorifica, de quien vosotros dec s que es Dios vuestro,
pero al que no conocéis. En cambio, yo s lo conozco. Si dijera que no lo conozco, ser a, al igual que vosotros, un embustero. Pero s lo conozco y guardo su palabra.
Porque, al pasar y contemplar vuestros monumentos sagrados, he hallado incluso un altar con esta inscripción: AL DIOS DESCONOCIDO. Pues bien, eso que sin conocer veneráis, es lo que os anuncio yo.
Por lo que a m respecta, pensé que era mi deber hacer todo lo posible contra el nombre de Jesús de Nazaret.
Ahora bien, hermanos, yo sé que obrasteis as por ignorancia, al igual que vuestros jefes;
pero a fin de que no se divulgue todav a más entre el pueblo, vamos a amenazarlos, para que no hablen más de este nombre a persona alguna'.
Ellos, pues, sal an gozosos de la presencia del sanedr n, porque hab an sido dignos de padecer afrentas por el Nombre.
Y aqu tiene autorización de los pr ncipes de los sacerdotes para apresar a todos los que invocan tu nombre'.
Y como no se dignaron retener el conocimiento verdadero de Dios, Dios los entregó a la reprobable mentalidad de realizar cosas nefandas:
Despertad de esa modorra, como es justo, y no sigáis pecando; pues ignorancia de Dios es lo que algunos tienen. Para vergüenza vuestra lo digo.
la que ninguno de los dirigentes de este mundo ha conocido. Porque si la hubieran conocido, no habr an crucificado al Se or de la gloria.
en medio de un fuego flameante, para hacer justicia con los que no han reconocido a Dios y no han aceptado el evangelio de nuestro Se or Jesús.
Ved qué gran amor nos ha dado el Padre: que nos llamemos hijos de Dios. ¡Y lo somos! Por eso no os conoce el mundo, porque no lo conoció a él.