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Juan 14:13 - Biblia Castilian 2003

Y lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.

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Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Pueden pedir cualquier cosa en mi nombre, y yo la haré, para que el Hijo le dé gloria al Padre.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Todo lo que pidan en mi Nombre lo haré, de manera que el Padre sea glorificado en su Hijo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y todo lo que pidáis en mi Nombre, eso haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Y lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y todo lo que pidiereis en mi nombre, esto haré; para que el Padre sea glorificado en el Hijo.

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Lòt tradiksyon



Juan 14:13
36 Referans Kwoze  

Y todo cuanto pidáis en la oración con fe, lo obtendréis'.


Pedid y os darán; buscad y encontraréis; llamad y os abrirán.


Por eso os digo: todo cuanto pidáis en la oración, creed que ya lo habéis obtenido y se os concederá.


Pues bien, yo os digo: pedid y os darán; buscad, y encontraréis; llamad, y os abrirán.


Jesús exclamó: 'El que cree en m, no cree en m, sino en aquel que me ha enviado;


Cuando Judas se fue, dijo Jesús: 'Ahora ha sido glorificado el Hijo del hombre, y Dios en él.


Si me ped s algo en mi nombre, yo lo haré.'


Respóndele Jesús: 'Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie llega al Padre, sino por m.


No me habéis elegido vosotros, sino que yo os eleg, y os he puesto para que vayáis y deis fruto, y que vuestro fruto sea permanente; para que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre, él os lo dé.


Si permanecéis en m y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis, y os será concedido.


Aquel d a no me preguntaréis ya nada. De verdad os aseguro que si algo ped s al Padre, os lo dará en mi nombre.


Aquel d a pediréis en mi nombre, y no os digo que yo rogaré al Padre por vosotros,


Sin embargo, yo os digo la verdad: os conviene que yo me vaya. Pues, si no me fuera, no vendr a a vosotros el Paráclito; pero si me voy, os lo enviaré.


Jesús le respondió: 'Si conocieras el don de Dios: quién es el que te dice 'dame de beber', ser as tú la que le habr as pedido y él te habr a dado agua viva'.


pero el que beba del agua que yo le daré, ya no tendrá sed jamás, pues el agua que yo le daré se convertirá, dentro de él, en manantial de agua que brote para vida eterna'.


Entonces Jesús, tomando la palabra, les dijo: 'De verdad os aseguro: nada puede hacer el Hijo por s mismo, como no lo vea hacer al Padre; porque lo que éste hace, también, y de modo semejante, lo hace el Hijo.


El último d a de la fiesta, que era el más solemne, Jesús, puesto de pie, exclamó con voz fuerte: 'Quien tenga sed venga a m y beba.


Por eso, el que habla lenguas, ore para que se le conceda la interpretación.


porque por medio de él los unos y los otros tenemos acceso, en un solo Esp ritu, al Padre.


en el cual tenemos la confiada libertad y el acceso seguro por medio de la fe en él.


Por esta razón, doblo mis rodillas ante el Padre,


Todo lo puedo en aquel que me da fuerzas.


Y todo lo que hagáis, de palabra o de obra, hacedlo en nombre del Se or Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.


Por medio de el, ofrezcamos continuamente a Dios un sacrificio de alabanza, es decir, el fruto de unos labios que celebran su nombre.


Porque no tenemos un sumo sacerdote incapaz de compartir el peso de nuestras debilidades, sino al contrario: tentado en todo, como semejante a nosotros, pero sin pecado.


De ah que definitivamente pueda salvar a los que por medio de él se acercan a Dios, porque vive siempre para interceder a favor de ellos.


Si a alguno de vosotros le falta sabidur a, p dala a Dios, que la da a todos sencillamente y sin echárselo en cara, y se la dará.


Confesaos, pues, los pecados unos a otros; orad unos por otros para ser curados. La oración asidua del justo tiene mucho poder.


Servid también vosotros de piedras vivas para edificar una casa espiritual destinada a un sacerdocio santo que ofrece sacrificios espirituales, agradables a Dios por medio de Jesucristo.


Y lo que pidamos, lo recibiremos de él, porque guardamos sus mandamientos y hacemos lo que le agrada.


Y ésta es la plena confianza que tenemos en él: que si pedimos algo según su voluntad, nos oye.