Jesús les contestó: 'Os aseguro que, si tenéis fe y no titubeáis, no sólo haréis lo de la higuera, sino que, si dec s a este monte: 'Qu tate de ah y échate al mar', as se hará.
Juan 14:12 - Biblia Castilian 2003 'De verdad os aseguro: el que cree en m, hará las obras que yo hago, y aun mayores las hará, porque yo voy al Padre. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre. Biblia Nueva Traducción Viviente »Les digo la verdad, todo el que crea en mí hará las mismas obras que yo he hecho y aún mayores, porque voy a estar con el Padre. Biblia Católica (Latinoamericana) En verdad les digo: El que crea en mí hará las mismas obras que yo hago y, como ahora voy al Padre, las hará aún mayores. La Biblia Textual 3a Edicion De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, las obras que Yo hago, también él las hará; y mayores que éstas hará, porque Yo voy al Padre. Biblia Serafín de Ausejo 1975 'De verdad os aseguro: el que cree en mí, hará las obras que yo hago, y aun mayores las hará, porque yo voy al Padre. Biblia Reina Valera Gómez (2023) De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, las obras que yo hago él también las hará; y mayores que estas hará, porque yo voy a mi Padre. |
Jesús les contestó: 'Os aseguro que, si tenéis fe y no titubeáis, no sólo haréis lo de la higuera, sino que, si dec s a este monte: 'Qu tate de ah y échate al mar', as se hará.
y divisando a lo lejos una higuera con hojas, se acercó a ver si encontraba algo; pero cuando llegó sólo encontró hojas, pues no era tiempo de higos.
Estas se ales acompa arán a los que crean: en virtud de mi nombre expulsarán a los demonios, hablarán lenguas nuevas,
Ya habéis o do lo que os dije: me voy, pero volveré a vosotros. Si me amarais, os alegrar ais de que voy al Padre, porque el Padre es mayor que yo.
Sin embargo, yo os digo la verdad: os conviene que yo me vaya. Pues, si no me fuera, no vendr a a vosotros el Paráclito; pero si me voy, os lo enviaré.
Porque en esto se cumple el proverbio: uno es el que siembra y otro es el que siega.
Porque el Padre ama al Hijo y le muestra todo lo que hace; y le mostrará obras mayores que éstas, de suerte que vosotros quedaréis maravillados.
Jesús dijo: 'Todav a estoy un poco de tiempo con vosotros, pero luego me voy junto a aquel que me ha enviado.
Esto lo dijo refiriéndose al Esp ritu que hab an de recibir los que creyeran en él; aún no hab a Esp ritu, porque Jesús no hab a sido glorificado todav a.
porque los o an hablar en lenguas y alabar la grandeza de Dios. Dijo entonces Pedro:
Ven a haciendo esto muchos d as. Molesto al fin Pablo, dijo volviéndose al esp ritu: 'Te ordeno en nombre de Jesucristo que salgas de ella'. Y salió al instante.
hasta tal punto que bastaba con que aplicaran a los enfermos pa uelos o delantales que él hubiera tocado para que desaparecieran las enfermedades y salieran los malos esp ritus.
Elevado a la diestra de Dios y habiendo recibido del Padre la promesa del Esp ritu Santo, lo ha derramado. Y eso es lo que vosotros estáis viendo y oyendo.
Los que aceptaron su palabra se bautizaron. Y se les agregaron aquel d a cerca de tres mil personas.
'¿Qué podemos hacer con estos hombres? Porque no podemos negar el notorio milagro obrado por medio de ellos y todos los habitantes de Jerusalén lo saben;
Los apóstoles daban, con gran fortaleza, testimonio de la resurrección del Se or Jesús y gozaban todos ellos de gran estimación.
Pero muchos de los que oyeron el discurso abrazaron la fe y llegó su número, contando sólo los hombres, a unos cinco mil.
hasta el extremo de sacar los enfermos a las plazas y ponerlos sobre lechos y camillas, para que, al paso de Pedro, siquiera su sombra tocara a alguno de ellos.
La palabra de Dios se propagaba y el número de disc pulos se multiplicaba extraordinariamente en Jerusalén, e incluso una gran multitud de sacerdotes abrazaban la fe.
porque de muchos posesos sal an los esp ritus impuros clamando a grandes voces. Y muchos paral ticos y cojos eran curados.
Y le dijo Pedro: 'Eneas, el Se or Jesús te va a curar; levántate y hazte tú mismo la cama'. Y al momento se levantó.
Pedro hizo salir fuera a todos. Luego, puesto de rodillas, oró y, vuelto al cadáver, dijo: 'Tabitá, levántate'. Ella abrió los ojos y, al ver a Pedro, se incorporó.
por el poder de se ales y prodigios, por el poder del Esp ritu, de modo que, partiendo de Jerusalén y en todas direcciones hasta Iliria, he dado a conocer plenamente el evangelio de Cristo,