¡Ay de los pastores que destruyen y dispersan el reba o de mi pastizal! - oráculo de Yahveh -.
Juan 10:8 - Biblia Castilian 2003 Todos los que han venido antes que yo son bandidos y ladrones, pero las ovejas no los escucharon. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y salteadores; pero no los oyeron las ovejas. Biblia Nueva Traducción Viviente Todos los que vinieron antes que yo eran ladrones y bandidos, pero las verdaderas ovejas no los escucharon. Biblia Católica (Latinoamericana) Todos los que han venido eran ladrones y malhechores, y las ovejas no les hicieron caso. La Biblia Textual 3a Edicion Todos° los que vinieron antes de mí son ladrones y salteadores; pero no los oyeron las ovejas. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Todos los que han venido antes que yo son bandidos y ladrones, pero las ovejas no los escucharon. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y salteadores; pero no los oyeron las ovejas. |
¡Ay de los pastores que destruyen y dispersan el reba o de mi pastizal! - oráculo de Yahveh -.
'Hijo de hombre, profetiza contra los pastores de Israel; profetiza y diles: '¡Pastores!, as dice el Se or Yahveh: ¡ay de los pastores de Israel, que se apacientan a s mismos! ¿No deben los pastores apacentar las ovejas?
Los pr ncipes que la habitan son leones rugientes; sus jueces son lobos de la noche que nada dejan por roer para ma ana.
porque mirad que yo mismo voy a suscitar en el pa s un pastor que no se preocupará de la oveja perdida ni buscará a la descarriada ni curará a la herida ni sostendrá a la cansada, sino que se comerá la carne de la cebada y hasta le arrancará las pezu as.
'En verdad os lo aseguro: el que no entra por la puerta al redil de las ovejas, sino que salta por otra parte, ése es bandido y ladrón;
Pero nunca seguirán a un extra o, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extra os'.
Porque hace tiempo apareció Teudas, haciéndose pasar por un personaje, y se le unieron alrededor de cuatrocientos hombres. Él fue muerto, y todos sus adeptos se dispersaron y fueron reducidos a la nada.