Nuestros padres en Egipto no prestaron atención a tus portentos ni tuvieron presentes tus favores incontables: se rebelaron en el paso del mar Rojo.
Juan 10:6 - Biblia Castilian 2003 Este ejemplo les puso Jesús; pero ellos no entendieron lo que quer a decirles. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Esta alegoría les dijo Jesús; pero ellos no entendieron qué era lo que les decía. Biblia Nueva Traducción Viviente Los que oyeron a Jesús usar este ejemplo no entendieron lo que quiso decir, Biblia Católica (Latinoamericana) Jesús usó esta comparación, pero ellos no comprendieron lo que les quería decir. La Biblia Textual 3a Edicion Esta alegoría les dijo Jesús, pero ellos no entendieron qué era lo que les decía. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Este ejemplo les puso Jesús; pero ellos no entendieron lo que quería decirles. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Esta parábola les dijo Jesús; pero ellos no entendieron qué era lo que les decía. |
Nuestros padres en Egipto no prestaron atención a tus portentos ni tuvieron presentes tus favores incontables: se rebelaron en el paso del mar Rojo.
No tienen entendimiento ni comprenden, andan en medio de tinieblas: todas las bases de la tierra titubean.
Los hombres perversos no comprenden la justicia; los que buscan a Yahveh lo comprenden todo.
Estos perros voraces, que no conocen la hartura, son los pastores que no saben atender; todos ellos van a lo suyo, cada uno a su lucro sin excepción.
Muchos serán purificados, blanqueados y acrisolados. Los imp os obrarán imp amente. Ningún imp o comprenderá pero s comprenderán los sabios.
Todo esto lo dijo Jesús a la muchedumbre por medio de parábolas; y sin parábolas no les dec a nada,
Sólo les hablaba con parábolas. Pero, a solas, se lo explicaba todo a sus propios disc pulos.
'Os he dicho todas estas cosas por medio de figuras. Llega la hora en que ya no os hablaré por medio de figuras, sino que os explicaré lo relativo al Padre con toda claridad.
Sus disc pulos le dicen: 'Ahora s que hablas con claridad y no por medio de figuras.
Pusiéronse entonces a discutir los jud os entre s, diciendo: '¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?'.
Muchos de sus disc pulos, al o rlo, dijeron: '¡Son intolerables estas palabras! ¿Quién es capaz de escucharlas siquiera?'.
¿Qué significan esas palabras que ha dicho: 'Me buscaréis, pero no me encontraréis; y a donde yo voy a estar, no podéis venir vosotros'?'.
En un plano puramente humano el hombre no capta las cosas del Esp ritu de Dios, porque son para él necedad; y no puede conocerlas, porque sólo pueden ser examinadas con criterios espirituales.
En ellos se cumple aquello del acertado proverbio: Perro que vuelve a su vómito. Y también: 'Cerda lavada que vuelve a revolcarse en el cieno'.
Y sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado inteligencia para que conozcamos al Verdadero. Estamos en el Verdadero, en su Hijo Jesucristo. Éste es el verdadero Dios la vida eterna.