Todo me lo ha confiado mi Padre. Y nadie conoce al Hijo sino el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo quiera revelárselo.
Juan 10:30 - Biblia Castilian 2003 El Padre y yo somos uno'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Yo y el Padre uno somos. Biblia Nueva Traducción Viviente El Padre y yo somos uno. Biblia Católica (Latinoamericana) Yo y el Padre somos una sola cosa. La Biblia Textual 3a Edicion Yo y el Padre somos uno.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 El Padre y yo somos uno'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Yo y mi Padre uno somos. |
Todo me lo ha confiado mi Padre. Y nadie conoce al Hijo sino el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo quiera revelárselo.
Id, pues, y haced disc pulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Esp ritu Santo
Mi Padre, que me las ha confiado, es superior a todos, y nadie puede arrebatarlas de las manos del Padre.
¿cómo dec s vosotros, de aquel a quien el Padre ha consagrado y enviado al mundo: 'Tú blasfemas', porque he dicho: 'Soy Hijo de Dios?'.
Jesús le contestó: 'Si uno me ama, guardará mi palabra, mi Padre lo amará y vendremos a él para fijar morada en él.
Jesús le contesta: 'Llevo tanto tiempo con vosotros, ¿y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a m, ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: 'Muéstranos al Padre'?
Todo lo que tiene el Padre es m o; por eso os he dicho: aquél recibe de lo m o y os lo explicará.'
Pues todo lo m o es tuyo, y lo tuyo, m o; y en ellos quedo yo glorificado.
Pero él les replicó: 'Mi Padre todav a sigue trabajando, y yo sigo trabajando también'.
a fin de que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, tampoco honra al Padre que lo envió.
Respondióles Jesús: 'De verdad os aseguro: antes que Abrahán existiera, yo soy'.
Sin lugar a dudas, grande es el misterio de la religión: Él ha sido manifestado en carne, justificado en esp ritu, visto por ángeles, proclamado entre gentiles, cre do en el mundo, ascendido en gloria.
mientras aguardamos la bienaventurada esperanza, o sea, la aparición gloriosa del gran Dios y Salvador nuestro, Cristo Jesús,
Y sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado inteligencia para que conozcamos al Verdadero. Estamos en el Verdadero, en su Hijo Jesucristo. Éste es el verdadero Dios la vida eterna.