Entonces dijo Yahveh a Josué: 'Tiende hacia Ay el dardo que tienes en tu mano, porque en tu mano te la voy a entregar'. Tendió Josué el dardo que ten a en su mano hacia la ciudad
Josué 8:19 - Biblia Castilian 2003 y, al extender la mano, los emboscados surgieron rápidamente de sus posiciones, llegaron corriendo a la ciudad, se apoderaron de ella y se apresuraron a incendiarla. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y levantándose prontamente de su lugar los que estaban en la emboscada, corrieron luego que él alzó su mano, y vinieron a la ciudad, y la tomaron, y se apresuraron a prenderle fuego. Biblia Nueva Traducción Viviente En cuanto Josué dio la señal, todos los hombres que esperaban en la emboscada salieron de golpe de sus puestos e invadieron la ciudad en masa. Enseguida la sitiaron y le prendieron fuego. Biblia Católica (Latinoamericana) y apenas hubo hecho el gesto, los que estaban emboscados salieron del lugar donde se encontraban. Corrieron, entraron en la ciudad y se la tomaron, luego prendieron fuego a la ciudad. La Biblia Textual 3a Edicion Y tan pronto él hubo extendido su mano, los emboscados salieron rápidamente de su escondite y corriendo, entraron en la ciudad y la capturaron, y se apresuraron a prender fuego a la ciudad. Biblia Serafín de Ausejo 1975 y, al extender la mano, los emboscados surgieron rápidamente de sus posiciones, llegaron corriendo a la ciudad, se apoderaron de ella y se apresuraron a incendiarla. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y levantándose prestamente de su lugar los que estaban en la emboscada, corrieron luego que él alzó su mano, y vinieron a la ciudad, y la tomaron, y se apresuraron a prenderle fuego. |
Entonces dijo Yahveh a Josué: 'Tiende hacia Ay el dardo que tienes en tu mano, porque en tu mano te la voy a entregar'. Tendió Josué el dardo que ten a en su mano hacia la ciudad
Tratarás a Ay y a su rey como trataste a Jericó y a su rey; pero os podréis quedar como bot n con sus despojos y sus ganados. Tiende una emboscada a la ciudad por la espalda'.
Al volver la vista hacia atrás, los hombres de Ay vieron la humareda que de la ciudad sub a al cielo, pero ya no pudieron escapar ni por un lado ni por otro, porque las tropas que hu an hacia el desierto se volvieron contra sus perseguidores.
Todos los hombres de Israel se levantaron de sus puestos y se colocaron en orden de batalla en Baal Tamar, mientras los emboscados de Israel se dispon an al ataque desde su posición al oeste de Guibeá.
Los emboscados se hab an desplazado rápidamente hacia Guibeá; se desplegaron y pasaron a toda la ciudad a filo de espada.