Atrapa a los sabios en su propia astucia, y el consejo de los sagaces desvanece:
Josué 8:17 - Biblia Castilian 2003 No quedó nadie ni en Ay ni en Betel que no saliera detrás de Israel. Y dejaron la ciudad desguarnecida mientras persegu an a Israel. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y no quedó hombre en Hai ni en Bet-el, que no saliera tras de Israel; y por seguir a Israel dejaron la ciudad abierta. Biblia Nueva Traducción Viviente No quedó ni un solo hombre en Hai o en Betel que no persiguiera a los israelitas, y la ciudad quedó completamente desprotegida. Biblia Católica (Latinoamericana) Por último no quedó nadie más en Aí; todo el mundo perseguía a Israel. Incluso habían dejado abierta la ciudad cuando se lanzaron en persecución de Israel. La Biblia Textual 3a Edicion Y no quedó hombre alguno en Hai o en Bet-’El que no saliera en pos de Israel, pero al perseguir a Israel, dejaron la ciudad abierta. Biblia Serafín de Ausejo 1975 No quedó nadie ni en Ay ni en Betel que no saliera detrás de Israel. Y dejaron la ciudad desguarnecida mientras perseguían a Israel. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y no quedó hombre en Hai y Betel, que no saliera tras de Israel; y por seguir a Israel dejaron la ciudad abierta. |
Atrapa a los sabios en su propia astucia, y el consejo de los sagaces desvanece:
Pero Sijón, rey de Jesbón, no nos permitió pasar por su territorio; pues Yahveh, tu Dios, hab a hecho inflexible su esp ritu y hab a endurecido su corazón, a fin de ponerlo en tus manos como lo está todav a hoy.
Pues fue designio de Yahveh que los corazones de sus moradores se obstinaran en entablar combate con Israel, y as fueran entregados al anatema, sin que hubiera para ellos compasión. Fueron aniquilados, como hab a ordenado Yahveh a Moisés.
Entonces, todas las tropas que hab a en la ciudad salieron gritando tras ellos y, persiguiendo a Josué, se alejaron de la ciudad.
Entonces dijo Yahveh a Josué: 'Tiende hacia Ay el dardo que tienes en tu mano, porque en tu mano te la voy a entregar'. Tendió Josué el dardo que ten a en su mano hacia la ciudad
Josué se dispuso a subir contra Ay con todas sus tropas. Escogió treinta mil valientes guerreros y les mandó salir de noche,
Los benjaminitas salieron entonces al encuentro de la tropa y se alejaron de la ciudad. Como las veces anteriores, empezaron a sembrar la mortandad entre la tropa por los caminos, uno de los cuales sube a Betel, y otro a Guibeá por la campi a, y ocasionaron unas treinta bajas en Israel.