El perezoso ambiciona, pero su deseo es vano; el deseo de los diligentes se ve cumplido.
Josué 7:3 - Biblia Castilian 2003 Volvieron luego a Josué y le dijeron: 'No hace falta que suba toda la tropa, que suban dos mil o tres mil hombres y ataquen Ay. No hay por qué fatigar a todo el ejército haciéndole subir hasta allá, pues aquéllos son pocos'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y volviendo a Josué, le dijeron: No suba todo el pueblo, sino suban como dos mil o tres mil hombres, y tomarán a Hai; no fatigues a todo el pueblo yendo allí, porque son pocos. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando regresaron, le dijeron a Josué: «No es necesario que todos vayamos a Hai; bastará con dos mil o tres mil hombres para atacar la ciudad. Dado que ellos son tan pocos, no hagas que todo nuestro pueblo se canse teniendo que subir hasta allí». Biblia Católica (Latinoamericana) A su regreso dijeron a Josué: 'No vale la pena movilizar a todo el pueblo, basta que suban hasta Aí dos o tres mil hombres para conquistarla, pero no fatigues a todo el pueblo, porque sus habitantes son muy pocos. La Biblia Textual 3a Edicion Y regresaron a Josué, y le dijeron: Que no suba todo el pueblo, sino que suban como dos o tres mil hombres, y tomen a Hai. No hagas que todo el pueblo se fatigue marchando allá, porque ellos son pocos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Volvieron luego a Josué y le dijeron: 'No hace falta que suba toda la tropa, que suban dos mil o tres mil hombres y ataquen Ay. No hay por qué fatigar a todo el ejército haciéndole subir hasta allá, pues aquéllos son pocos'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y volviendo a Josué, le dijeron: No suba todo el pueblo, mas suban como dos mil o como tres mil hombres, y tomarán a Hai: no fatigues a todo el pueblo allí, porque son pocos. |
El perezoso ambiciona, pero su deseo es vano; el deseo de los diligentes se ve cumplido.
Los deseos del perezoso son su muerte, porque sus manos se niegan a trabajar.
'Esforzaos por entrar por la puerta estrecha; que muchos - os lo digo yo - intentarán entrar, pero no lo conseguirán.
Esforcémonos, pues, por entrar en aquel descanso, para que nadie caiga en aquella misma rebeld a.
Josué hab a enviado algunos hombres desde Jericó a Ay, que está cerca de Bet Avén, al oriente de Betel, con esta orden: 'Subid a explorar la región'. Subieron, pues, los hombres, y exploraron Ay.
Subieron, pues, unos tres mil hombres del ejército, pero tuvieron que emprender la fuga ante los de Ay.
Por eso, hermanos, poned más empe o todav a en consolidar vuestra vocación y elección; que, haciendo esto, jamás tropezaréis.
Por esto mismo, poned todo vuestro empe o en a adir a vuestra fe la virtud, a la virtud el conocimiento,