De all pasó al monte que está al oriente de Betel, y desplegó su tienda, teniendo a Betel a occidente y a Ai al oriente. Edificó all un altar a Yahveh e invocó el nombre de Yahveh.
Josué 7:2 - Biblia Castilian 2003 Josué hab a enviado algunos hombres desde Jericó a Ay, que está cerca de Bet Avén, al oriente de Betel, con esta orden: 'Subid a explorar la región'. Subieron, pues, los hombres, y exploraron Ay. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Después Josué envió hombres desde Jericó a Hai, que estaba junto a Bet-avén hacia el oriente de Bet-el; y les habló diciendo: Subid y reconoced la tierra. Y ellos subieron y reconocieron a Hai. Biblia Nueva Traducción Viviente Josué envió a algunos de sus hombres desde Jericó para que espiaran la ciudad de Hai, que está al oriente de Betel, cerca de Bet-avén. Biblia Católica (Latinoamericana) Desde Jericó, Josué envió hombres a Aí, que está al lado de Betaven, al este de Betel. 'Suban y exploren el terreno', les dijo. Esos hombres fueron a reconocer la ciudad de Aí. La Biblia Textual 3a Edicion Y Josué había enviado hombres desde Jericó hasta Hai,° que estaba junto a Bet- Avén,° al oriente de Bet-’El, y les había dicho: Subid y espiad la tierra. Y ellos subieron y espiaron a Hai. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Josué había enviado algunos hombres desde Jericó a Ay, que está cerca de Bet Avén, al oriente de Betel, con esta orden: 'Subid a explorar la región'. Subieron, pues, los hombres, y exploraron Ay. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Josué envió hombres desde Jericó a Hai, que estaba junto a Betaven hacia el oriente de Betel; y les habló diciendo: Subid, y reconoced la tierra. Y ellos subieron, y reconocieron a Hai. |
De all pasó al monte que está al oriente de Betel, y desplegó su tienda, teniendo a Betel a occidente y a Ai al oriente. Edificó all un altar a Yahveh e invocó el nombre de Yahveh.
Los hijos de Benjam n habitaban en Gueba, Micmás, Ayá, Betel y sus aldeas,
porque con estrategia se hace la guerra y el éxito depende de los muchos consejeros.
Gime, Jesbón, porque Ay ha sido ya devastada; gritad, hijas de Rabá, ce os los sayales, pla id, vagad cubiertas de incisiones, porque Milcón marcha al destierro con sus sacerdotes y sus pr ncipes.
Si tú, Israel, te prostituyes, que al menos no sea culpable Judá. No vayáis a Guilgal, no subáis a Bet Avén, no juréis diciendo: '¡Por vida de Yahveh!'.
Mirad que os env o como ovejas en medio de lobos; sed, por tanto, cautelosos como serpientes y sencillos como palomas.
Mirad, pues, con cuidado cómo os portáis; que no sea como necios, sino como sabios,
Hacia el norte, su l mite arrancaba del Jordán, sub a por el lado norte de Jericó, ascend a a la monta a hacia el poniente y ven a a terminar en el desierto de Bet Avén.
Josué, hijo de Nun, envió secretamente desde Sit n dos esp as con esta orden: 'Id a explorar el pa s, y más en especial Jericó'. Fueron, pues, entraron en casa de una meretriz, por nombre Rajab, y se hospedaron all.
Volvieron luego a Josué y le dijeron: 'No hace falta que suba toda la tropa, que suban dos mil o tres mil hombres y ataquen Ay. No hay por qué fatigar a todo el ejército haciéndole subir hasta allá, pues aquéllos son pocos'.
Los filisteos, por su parte, se congregaron para hacer la guerra a Israel: tres mil carros, seis mil jinetes y tropa tan numerosa como la arena que hay a orillas del mar. Subieron y acamparon en Micmás, al este de Bet Avén.
As salvó Yahveh aquel d a a Israel; y el combate se extendió hasta más allá de Bet Avén.