Entonces David consultó a Yahveh diciendo: '¿He de subir contra los filisteos? ¿Me los vas a entregar en mis manos?'. Yahveh respondió a David: 'Sube, porque ciertamente te los voy a entregar en tus manos'.
Josué 6:2 - Biblia Castilian 2003 Yahveh dijo entonces a Josué: 'Mira: yo entrego en tus manos a Jericó y a su rey con sus valerosos guerreros. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Mas Jehová dijo a Josué: Mira, yo he entregado en tu mano a Jericó y a su rey, con sus varones de guerra. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero el Señor le dijo a Josué: «Te he entregado Jericó, a su rey y a todos sus guerreros fuertes. Biblia Católica (Latinoamericana) Yavé dijo a Josué: '¡Mira! Pongo a Jericó en tus manos con su rey y sus mejores soldados. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces YHVH dijo a Josué: He aquí he entregado en tu mano a Jericó con su rey y sus hombres valerosos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Yahveh dijo entonces a Josué: 'Mira: yo entrego en tus manos a Jericó y a su rey con sus valerosos guerreros. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mas Jehová dijo a Josué: Mira, yo he entregado en tu mano a Jericó y a su rey, con sus hombres esforzados y valientes. |
Entonces David consultó a Yahveh diciendo: '¿He de subir contra los filisteos? ¿Me los vas a entregar en mis manos?'. Yahveh respondió a David: 'Sube, porque ciertamente te los voy a entregar en tus manos'.
Entraron, pues, los hijos y tomaron posesión del pa s; tú humillaste ante ellos a los cananeos, moradores de aquella región, los entregaste en sus manos, tanto a los reyes como a las gentes del pueblo, para que con ellos hicieran lo que bien les pareciese.
Es Él quien cambia los tiempos y los momentos, quien destrona y entroniza a los reyes, quien otorga la sabidur a a los sabios y la ciencia a los inteligentes.
Por el tiempo de esos reyes, suscitará el Dios del Cielo un reino que nunca será destruido ni será entregado a otro pueblo. Pulverizará y aniquilará a todos esos reinos, mientras que él permanecerá por siempre,
El árbol que viste, que crec a y se hac a fuerte, cuya copa llegaba hasta el cielo y se ve a desde toda la tierra,
¡Oh rey!, el Dios Alt simo dio a Nabucodonosor, tu padre, el reino, la grandeza, la gloria y la majestad.
Pondrá sus reyes en tu mano y harás desaparecer su nombre bajo el cielo, nadie podrá resistirte hasta que las hayas exterminado.
Dijeron, pues, a Josué: 'Ciertamente Yahveh entrega en nuestras manos todo ese pa s, pues todos los moradores están temblando ante nuestra presencia'.
y les dijo: 'Ya sé yo que Yahveh os ha entregado el pa s, que el terror que inspiráis ha ca do sobre nosotros y que todos los moradores del pa s están temblando en presencia vuestra,
Jericó estaba cerrada a cal y canto por miedo a los israelitas. Nadie sal a ni entraba en ella.
Vosotros, pues, todos los hombres de guerra, rodearéis la ciudad y daréis una vuelta alrededor de ella. As lo haréis durante seis d as.
Yahveh dijo entonces a Josué: 'No temas ni desmayes. Toma contigo a toda la gente de guerra y disponte a subir a Ay. Mira: voy a entregar en tus manos al rey de Ay con su pueblo, su ciudad y su región.
Pero Yahveh, Dios de Israel, entregó a Sijón y a todo su ejército en manos de Israel, que los derrotó, e Israel se apoderó de toda la tierra de los amorreos que habitaban en aquella región
¿Es que tú no ocupas ya todo lo que Camós, tu dios, te dio en posesión? Por la misma razón, todo lo que Yahveh, nuestro Dios, nos ha dado en posesión ante nosotros, ¿no lo vamos a poseer?