Ten a Abrán noventa y nueve a os cuando se le apareció Yahveh y le dijo: 'Yo soy El - Sadday; anda en mi presencia y sé perfecto.
Josué 24:14 - Biblia Castilian 2003 Ahora, pues, temed a Yahveh y servidle con integridad y lealtad. Apartaos de los dioses a los que sirvieron vuestros antepasados al otro lado del r o y en Egipto, y servid a Yahveh. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Ahora, pues, temed a Jehová, y servidle con integridad y en verdad; y quitad de entre vosotros los dioses a los cuales sirvieron vuestros padres al otro lado del río, y en Egipto; y servid a Jehová. Biblia Nueva Traducción Viviente »Por lo tanto, teme al Señor y sírvelo con todo el corazón. Echa fuera para siempre los ídolos que tus antepasados adoraron cuando vivían del otro lado del río Éufrates y en Egipto. Sirve únicamente al Señor. Biblia Católica (Latinoamericana) ¡Ahora, pues, teman a Yavé! ¡Sírvanle con sinceridad y fidelidad! ¡Eliminen los dioses a los que sus padres sirvieron tanto más allá del Río como en Egipto, y sirvan a Yavé! La Biblia Textual 3a Edicion Ahora pues, temed a YHVH y servidle con integridad y en verdad, y apartad los dioses a los cuales sirvieron vuestros padres en la otra parte del río y en Egipto, y servid a YHVH. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Ahora, pues, temed a Yahveh y servidle con integridad y lealtad. Apartaos de los dioses a los que sirvieron vuestros antepasados al otro lado del río y en Egipto, y servid a Yahveh. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Ahora pues, temed a Jehová, y servidle con integridad y en verdad; y quitad de en medio los dioses a los cuales sirvieron vuestros padres al otro lado del río, y en Egipto; y servid a Jehová. |
Ten a Abrán noventa y nueve a os cuando se le apareció Yahveh y le dijo: 'Yo soy El - Sadday; anda en mi presencia y sé perfecto.
Dijo Jacob a los de su casa y a todos los que estaban con él: 'Retirad los dioses extranjeros que hay entre vosotros; purificaos y mudaos los vestidos.
'¡Oh Yahveh! Acuérdate de que yo he andado en tu presencia con fidelidad e integridad de corazón, haciendo lo que es recto a tus ojos'. Y Ezequ as rompió en un gran llanto.
los que tú nos diste por medio de tus siervos los profetas cuando dijiste: 'El pa s al que vais a entrar para tomar posesión de él es un pa s contaminado por la corrupción de los habitantes de esas regiones y por las abominaciones con que lo han llenado de impureza de un extremo a otro.
Hab a en la región de Us un hombre llamado Job. Era ntegro y recto, tem a a Dios y evitaba el mal.
Y luego dijo al hombre: Temer al Se or es sabidur a; huir del mal, inteligencia'.
El temor del Se or es el principio Res de la sabidur a; bien avisados son los que lo siguen: Sin su alabanza subsiste eternamente. Tau
Dichosos los que, sin mancha en su conducta, Alef la ley del Se or toman por gu a;
No habrá en medio de ti un dios extra o, ni ante dios extranjero te habrás de prosternar:
'Dije a sus hijos en el desierto: 'No procedáis según las leyes de vuestros padres, ni observéis sus normas, ni os contaminéis con sus dolos.
que se prostituyeron en Egipto; se prostituyeron en su juventud; all fueron palpados sus pechos, all fueron manoseados sus senos virginales.
Después se convertirán los hijos de Israel, buscarán a Yahveh, su Dios, y a David, su rey, y acudirán temerosos a Yahveh y a sus bienes, al fin de los tiempos.
Nunca más ofrecerán sus sacrificios a los sátiros, con los cuales se prostitu an. Esta será para ellos una ley perpetua en todas sus generaciones.
'Se te ha revelado, hombre, lo que es bueno, lo que Yahveh reclama en ti: tan sólo practicar la justicia, amar la lealtad y ser humilde ante tu Dios.'
Lo de la tierra buena son los que oyen la palabra con un corazón noble y generoso, la retienen y por su constancia dan fruto.
La Iglesia, mientras tanto, gozaba de paz en toda Judea, Galilea y Samar a, se edificaba y caminaba en el temor del Se or y crec a con la consolación del Esp ritu Santo.
Mi orgullo se basa en el testimonio de nuestra conciencia de que hemos actuado en el mundo, y especialmente con vosotros, con la simplicidad y honradez de Dios, [y] no con sabidur a carnal, sino con la gracia de Dios.
¡La gracia sea con todos los que aman con voluntad inalterable a nuestro Se or Jesucristo!
Y ahora, Israel, ¿qué es lo que te pide Yahveh, tu Dios, sino que temas a Yahveh, tu Dios, sigas todos sus caminos, ames y sirvas a Yahveh, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma,
hasta que lleguéis a discernir los valores de las cosas, para que as seáis puros e irreprochables para el d a de Cristo,
Dijo entonces Josué a todo el pueblo: 'As habla Yahveh, Dios de Israel: vuestros antepasados: Téraj, padre de Abrahán y de Najor, habitaron desde antiguo al otro lado del r o, y dieron culto a dioses extra os.
'Pues bien, apartad los dioses extra os que hay en medio de vosotros, e inclinad vuestro corazón hacia Yahveh, Dios de Israel'.
Si teméis a Yahveh y le serv s; si escucháis su voz y no sois rebeldes a los mandatos de Yahveh; si tanto vosotros como el rey que reine sobre vosotros segu s en pos de Yahveh, vuestro Dios, viviréis.
As, pues, temed a Yahveh y servidle fielmente de corazón, pues habéis visto el grandioso prodigio que en medio de vosotros ha realizado.
Samuel dijo entonces a toda la casa de Israel: 'Si de todo corazón os volvéis a Yahveh, quitad de en medio de vosotros los dioses extra os y las Astartés, orientad vuestro corazón hacia Yahveh, servidle a él solo, y entonces él os librará del poder de los filisteos'.