comprendió Esaú que a su padre Isaac le desagradaban las mujeres cananeas.
Josué 22:30 - Biblia Castilian 2003 Cuando el sacerdote Pinjás, los pr ncipes de la comunidad y los jefes de los clanes de Israel que con él estaban oyeron las palabras que pronunciaron los rubenitas, los gaditas y los manasitas les pareció bien. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Oyendo Finees el sacerdote y los príncipes de la congregación, y los jefes de los millares de Israel que con él estaban, las palabras que hablaron los hijos de Rubén y los hijos de Gad y los hijos de Manasés, les pareció bien todo ello. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando el sacerdote Finees y los líderes de la comunidad —cabezas de los clanes de Israel— oyeron eso de boca de la tribu de Rubén, de la tribu de Gad y de la media tribu de Manasés, quedaron conformes. Biblia Católica (Latinoamericana) Esas palabras que pronunciaron los hijos de Rubén, de Gad y de Manasés les gustaron al sacerdote Finjas, a los jefes de la comunidad y los jefes de los clanes de Israel que estaban con él. La Biblia Textual 3a Edicion Y Finees el sacerdote, y los jefes de la comunidad, y las cabezas de los millares de Israel que estaban con él, escucharon las palabras que hablaron los hijos de Rubén, los hijos de Gad y los hijos de Manasés, y les pareció bien ante sus ojos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cuando el sacerdote Pinjás, los príncipes de la comunidad y los jefes de los clanes de Israel que con él estaban oyeron las palabras que pronunciaron los rubenitas, los gaditas y los manasitas les pareció bien. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y cuando Finees el sacerdote y los príncipes de la congregación, y las cabezas de la multitud de Israel que con él estaban, oyeron las palabras que hablaron los hijos de Rubén y los hijos de Gad y los hijos de Manasés, les pareció bien. |
comprendió Esaú que a su padre Isaac le desagradaban las mujeres cananeas.
Esta propuesta pareció bien al rey y a los grandes y el rey actuó en conformidad con la sugerencia de Memucán.
Al o r esto, se tranquilizaron y glorificaron a Dios diciendo: 'Según esto, Dios ha dado también a los gentiles la conversión que conduce a la vida''.
¡Lejos de nosotros el rebelarnos contra Yahveh y apartarnos hoy de él, edificando un altar para holocaustos, ofrendas y sacrificios de comunión que no sea el altar de Yahveh, nuestro Dios, que está en su santuario!''.
Entonces Pinjás, hijo del sacerdote Eleazar, dijo a los rubenitas, los gaditas y los manasitas: 'Ahora reconocemos que Yahveh está en medio de nosotros, puesto que no habéis cometido esa perfidia contra Yahveh y habéis librado as a los israelitas de la mano de Yahveh'.
Pareció bien a los israelitas, que bendijeron a Dios y ya no hablaron más de subir a pelear contra ellos y a devastar el pa s en que moraban los rubenitas y los gaditas.
En vuestras manos ha entregado Dios a los pr ncipes de Madián, Oreb y Zeeb. ¿Qué he podido hacer yo en comparación con vosotros?'. Con estas palabras se aplacó su irritación contra él.
Llamó entonces Aqu s a David y le dijo: 'Por vida de Yahveh, que tú eres leal y que me gustar a verte entrar y salir conmigo en el campamento, pues nada malo he hallado en ti desde el d a en que viniste a m hasta hoy. Pero no eres grato a los ojos de los jefes.