Volvió a concebir otra vez, y dio a luz otro hijo, al que llamó Selá. Ella se hallaba en Quezib cuando lo dio a luz.
Josué 19:29 - Biblia Castilian 2003 Después, la frontera se volv a hacia Ramá, hasta la ciudad fortificada de Tiro; torc a hacia Josá y terminaba en el mar por el lado de Aczib; Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 De allí este límite tuerce hacia Ramá, y hasta la ciudad fortificada de Tiro, y gira hacia Hosa, y sale al mar desde el territorio de Aczib. Biblia Nueva Traducción Viviente Luego el límite giraba en dirección a Ramá y a la fortaleza de Tiro, donde daba un giro hacia Hosa y llegaba al mar Mediterráneo. El territorio también incluía Majaleb, Aczib, Biblia Católica (Latinoamericana) En seguida llegaba hasta Hosa y terminaba en el mar, a la altura de Majaleb y Aczib, La Biblia Textual 3a Edicion Y la línea torcía hacia Ramá y hacia la plaza fuerte de Tiro, regresaba hacia Hosa, y salía al mar por el territorio de Aczib, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Después, la frontera se volvía hacia Ramá, hasta la ciudad fortificada de Tiro; torcía hacia Josá y terminaba en el mar por el lado de Aczib; Biblia Reina Valera Gómez (2023) y doblaba de allí este término hacia Ramá, hasta la ciudad fortificada de Tiro, y tornaba este término hacia Hosa, y salía al mar desde el territorio de Aczib: |
Volvió a concebir otra vez, y dio a luz otro hijo, al que llamó Selá. Ella se hallaba en Quezib cuando lo dio a luz.
Llegaron después a la fortaleza de Tiro y a todas las ciudades de los jiveos y de los cananeos y luego salieron hacia el Negueb de Judá, hacia Berseba.
Entonces Jirán, rey de Tiro, envió mensajeros a David con maderas de cedro, carpinteros y canteros que edificaron el palacio de David.
Cuando Jirán, rey de Tiro, supo que hab an ungido a Salomón rey para suceder a su padre, le envió una embajada, porque siempre hab a sentido afecto por David.
Por eso deberás divorciarte de Moréset Gat. Bet Aczib será una decepción para los reyes de Israel.
Tiro se ha construido un terraplén, amontona plata como polvo y oro como barro de las calles.
Aser no expulsó a los habitantes de Aco, ni a los de Sidón, ni a los de Ahlab, Aczib, Jelbá, Afec ni Rejob.