Un varón de Dios llegó de Judá a Betel, por mandato de Yahveh, cuando Jeroboán estaba de pie junto al altar para quemar incienso,
Josué 14:6 - Biblia Castilian 2003 Los hijos de Judá se presentaron a Josué, en Guilgal, y Caleb, hijo de Yefoné, el quenizeo, le dijo: 'Tú bien sabes lo que dijo Yahveh a Moisés, varón de Dios, en lo tocante a m y a ti, en Cades Barnea. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y los hijos de Judá vinieron a Josué en Gilgal; y Caleb, hijo de Jefone cenezeo, le dijo: Tú sabes lo que Jehová dijo a Moisés, varón de Dios, en Cades-barnea, tocante a mí y a ti. Biblia Nueva Traducción Viviente Una delegación de la tribu de Judá, dirigida por Caleb, hijo de Jefone, el cenezeo, se presentó ante Josué, quien estaba en Gilgal. Caleb le dijo a Josué: «Recuerda lo que el Señor le dijo a Moisés, hombre de Dios, acerca de ti y de mí cuando estábamos en Cades-barnea. Biblia Católica (Latinoamericana) Los hijos de Judá fueron a ver a Josué en Guilgal y Caleb hijo de Jefoné, el quenisita, le dijo: 'Tú sabes lo que Yavé dijo a Moisés, el hombre de Dios, respecto a mí y a ti cuando estábamos en Cadés-Barne. La Biblia Textual 3a Edicion Y los hijos de Judá acudieron a Josué en Gilgal, y Caleb ben Jefone, el ceneceo le dijo: Tú sabes lo que YHVH dijo a Moisés, varón de Dios, respecto a mí y a ti en Cades Barnea.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Los hijos de Judá se presentaron a Josué, en Guilgal, y Caleb, hijo de Yefoné, el quenizeo, le dijo: 'Tú bien sabes lo que dijo Yahveh a Moisés, varón de Dios, en lo tocante a mí y a ti, en Cades Barnea. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y los hijos de Judá vinieron a Josué en Gilgal; y Caleb, hijo de Jefone cenezeo, le dijo: Tú sabes lo que Jehová dijo a Moisés, varón de Dios, en Cades-barnea, tocante a mí y a ti. |
Un varón de Dios llegó de Judá a Betel, por mandato de Yahveh, cuando Jeroboán estaba de pie junto al altar para quemar incienso,
se fue tras el varón de Dios, al que encontró sentado bajo un terebinto. Le preguntó: '¿Eres tú el varón de Dios que ha venido de Judá?'. Éste le respondió: 'Yo soy'.
Le dijo él: 'El a o que viene, por este tiempo, abrazarás a un hijo'. Ella le respondió: '¡No, se or m o, varón de Dios; no enga es a tu sierva!'.
Llegó después un hombre de Baal Salisá, que tra a en su alforja al varón de Dios pan de primicias: veinte panes de cebada y de trigo nuevo. Y dijo Eliseo: 'Dáselo a la gente para que coma'.
Ella dijo a su marido: 'Mira, yo sé que es un santo varón de Dios ése que pasa siempre por nuestra casa.
El varón de Dios, demudado el rostro, se quedó totalmente paralizado y luego rompió a llorar.
Eliseo fue luego a Damasco. Ben Hadad, rey de Aram, estaba enfermo, y le dieron esta noticia: 'El varón de Dios ha llegado aqu '.
Los hijos de Moisés, hombre de Dios, fueron considerados como de la tribu de Lev.
Oración. De Moisés, hombre de Dios. Tú te has hecho, Se or, para nosotros el refugio por las generaciones.
y los llevé al templo de Yahveh, a la sala de los hijos de Janán, hijo de Yigdal as, hombre de Dios, que está junto a la sala de los pr ncipes, por encima de la sala de Maas as, hijo de Salún, guardián del vest bulo.
Apenas llegados, fueron a presentarse a Moisés, Aarón y toda la comunidad de los israelitas, en el desierto de Parán, en Cades. Les informaron a ellos y a toda la comunidad, y les mostraron los frutos del pa s.
Entonces Caleb impuso silencio al pueblo delante de Moisés y dijo: 'Subamos y conquistemos aquella tierra pues podremos vencerla'.
Pero a mi siervo Caleb, por tener él otro esp ritu y haberse mantenido fiel a m, yo le haré entrar en la tierra donde ha estado ya, y su descendencia la poseerá.
ninguno entrará en la tierra que con la mano en alto juré daros por morada, a excepción de Caleb, hijo de Yefoné, y de Josué, hijo de Nun.
Pero, Josué, hijo de Nun, y Caleb, hijo de Yefoné, que estaban entre los que hab an explorado el pa s, rasgaron sus vestidos,
pues Yahveh les hab a dicho que morir an en el desierto. No quedó ninguno de ellos, a excepción de Caleb, hijo de Yefoné, y de Josué, hijo de Nun.
a excepción de Caleb, hijo de Yefoné el quenecita, y de Josué, hijo de Nun, que me han seguido sin reserva'.
Ésta es la bendición con que Moisés, hombre de Dios, bendijo, antes de su muerte, a los israelitas.
No ha vuelto a surgir en Israel un profeta como Moisés, con quien trataba Yahveh cara a cara,
Moisés, el siervo de Dios, murió all, en el pa s de Moab, conforme a la palabra de Yahveh.
Pero tú, que eres hombre de Dios, huye de estas cosas; corre en busca de la honradez, la piedad, la fe, el amor, la constancia, la mansedumbre.
De esta manera, el hombre de Dios estará bien formado y bien pertrechado para toda obra buena.
Por eso Hebrón es patrimonio de Caleb, hijo de Yefoné, el quenizeo, hasta el d a de hoy, porque él fue plenamente fiel a Yahveh, Dios de Israel.
La conquistó Otniel, hijo de Quenaz, hermano de Caleb, y Caleb le entregó su hija Acsá por mujer.
El pueblo salió del Jordán el d a diez del mes primero y acamparon en Guilgal, en el extremo oriental de Jericó.