As dice Yahveh: mirad: voy a cambiar la suerte de las tiendas de Jacob, y de sus moradas voy a compadecerme. Se reedificará la ciudad sobre su escombrera, y el palacio en su justo lugar se asentará.
Josué 11:13 - Biblia Castilian 2003 Sin embargo, Israel no quemó ninguna de las ciudades que estaban sobre mont culos de ruinas, con la única excepción de Jasor, que fue quemada por Josué. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Pero a todas las ciudades que estaban sobre colinas, no las quemó Israel; únicamente a Hazor quemó Josué. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero los israelitas no quemaron ninguna de las ciudades construidas sobre collados salvo Hazor, la cual Josué quemó. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero Israel no quemó ninguna de las ciudades edificadas en las colinas, excepto Hasor a la que Josué incendió. La Biblia Textual 3a Edicion Sin embargo, Israel no incendió ninguna de las ciudades que habían quedado en pie sobre sus alturas, con la sola excepción de Hazor, que Josué quemó. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Sin embargo, Israel no quemó ninguna de las ciudades que estaban sobre montículos de ruinas, con la única excepción de Jasor, que fue quemada por Josué. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero en cuanto a las ciudades que estaban sobre sus fortalezas, no las quemó Israel, con la única excepción de Hazor, la cual quemó Josué. |
As dice Yahveh: mirad: voy a cambiar la suerte de las tiendas de Jacob, y de sus moradas voy a compadecerme. Se reedificará la ciudad sobre su escombrera, y el palacio en su justo lugar se asentará.
Se apoderó Josué de todos estos reinos y de todos sus reyes; los mató a filo de espada y los entregó al anatema, como hab a dispuesto Moisés, siervo de Yahveh.
Se apoderaron los israelitas de todos los despojos de estas ciudades y de sus ganados; pero pasaron a filo de espada a todas las personas, hasta exterminarlas, sin dejar supervivientes.
As os entregué una tierra que no hab as trabajado y unas ciudades que no hab ais construido y en las que, sin embargo, habitáis; vi as y olivos que no hab ais plantado y de los que, sin embargo, os alimentáis.