Entre tanto, el copero mayor regresó y encontró al rey de Asiria cuando estaba éste atacando a Libná, pues ya hab a o do que el rey se hab a retirado de Laquis,
Josué 10:29 - Biblia Castilian 2003 Después pasó Josué, con todo Israel, de Maquedá a Libná, y la atacó. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y de Maceda pasó Josué, y todo Israel con él, a Libna; y peleó contra Libna; Biblia Nueva Traducción Viviente Después, Josué y los israelitas se dirigieron hacia Libna y la atacaron. Biblia Católica (Latinoamericana) En seguida, Josué y todo Israel con él pasaron de Maquedá a Libna a la que atacó. La Biblia Textual 3a Edicion Y Josué pasó de Maceda a Libna, y todo Israel con él, y guerreó contra Libna. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Después pasó Josué, con todo Israel, de Maquedá a Libná, y la atacó. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y de Maceda pasó Josué, y todo Israel con él, a Libna; y peleó contra Libna: |
Entre tanto, el copero mayor regresó y encontró al rey de Asiria cuando estaba éste atacando a Libná, pues ya hab a o do que el rey se hab a retirado de Laquis,
As se rebeló Edom y se sustrajo al poder de Judá, hasta el d a de hoy. También se rebeló Libná por aquel tiempo.
Pero Edom se liberó del poder de Judá hasta el d a de hoy. Por aquel entonces, también Libná se rebeló y se liberó de su poder, porque Jorán hab a abandonado a Yahveh, Dios de sus padres.
El copero mayor regresó y encontró al rey de Asiria cuando estaba atacando a Libná, pues ya hab a o do que el rey se hab a retirado de Laquis,
Veintiún a os ten a Sedec as cuando subió al trono y reinó once a os en Jerusalén. Su madre se llamaba Jamital, hija de Jerem as, de Libná.
Aquel d a Josué conquistó Maquedá y la pasó al filo de espada, como a su rey; y los entregó al anatema con todas las personas que en ella hab a, sin dejar supervivientes. Trató al rey de Maquedá como hab a tratado al de Jericó.
Yahveh la entregó también, con su rey, en manos de Israel, que la pasó a filo de espada con todas las personas que en ella hab a, sin dejar supervivientes. Y trató a su rey como hab a tratado al de Jericó.
Dieron, pues, a los hijos del sacerdote Aarón, como ciudad de asilo para los homicidas, Hebrón con sus pastizales, as como Libná con sus pastizales,
Entregaron al anatema, al filo de la espada, cuanto hab a en la ciudad: hombres y mujeres, ni os y ancianos, y hasta el ganado mayor y menor, y los asnos.
Tratarás a Ay y a su rey como trataste a Jericó y a su rey; pero os podréis quedar como bot n con sus despojos y sus ganados. Tiende una emboscada a la ciudad por la espalda'.
Al rey de Ay lo colgó de un árbol hasta el atardecer; pero a la puesta del sol mandó Josué que descolgaran del árbol el cadáver. Luego lo arrojaron a la entrada de la puerta de la ciudad y echaron sobre él un gran montón de piedras, que subsiste hasta el d a de hoy.