Bib sou entènèt

Piblisite


Tout bib la Ansyen Testaman Nouvo Testaman




Jonás 4:8 - Biblia Castilian 2003

Además, Dios dispuso que, al salir el sol, se levantara un viento sofocante; el sol le daba en la cabeza a Jonás y le hac a desfallecer. Entonces se deseó la muerte, diciendo: 'Me es mejor la muerte que la vida'.

Gade chapit la
Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Y aconteció que al salir el sol, preparó Dios un recio viento solano, y el sol hirió a Jonás en la cabeza, y se desmayaba, y deseaba la muerte, diciendo: Mejor sería para mí la muerte que la vida.

Gade chapit la

Biblia Nueva Traducción Viviente

Así que cuando el sol se intensificó, Dios proveyó un viento abrasador del oriente para que soplara sobre Jonás. El sol pegó sobre su cabeza hasta que se sintió tan débil que deseaba morirse y exclamó: «¡Es mejor morir que vivir así!».

Gade chapit la

Biblia Católica (Latinoamericana)

Al salir el sol, Yavé hizo soplar viento caliente desde el este. El sol acaloró tanto a Jonás que éste se desmayó. Se deseó la muerte y dijo: 'Mejor es morir que vivir.

Gade chapit la

La Biblia Textual 3a Edicion

Y aconteció que al salir el sol, ’Elohim envió un sofocante viento oriental, y el sol hirió la cabeza de Jonás, de modo que se desmayaba y deseaba morir, y dijo: ¡Más me vale morir que vivir!

Gade chapit la

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Además, Dios dispuso que, al salir el sol, se levantara un viento sofocante; el sol le daba en la cabeza a Jonás y le hacía desfallecer. Entonces se deseó la muerte, diciendo: 'Me es mejor la muerte que la vida'.

Gade chapit la

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y aconteció que al salir el sol, preparó Dios un recio viento solano; y el sol hirió a Jonás en la cabeza, y desmayaba; y deseaba la muerte, diciendo: Mejor sería para mí la muerte que la vida.

Gade chapit la
Lòt tradiksyon



Jonás 4:8
23 Referans Kwoze  

A continuación brotaron siete espigas raqu ticas y abrasadas por el viento del este.


Continuó él por el desierto una jornada de camino y, echándose al fin bajo una retama, llegó a desearse la muerte diciendo: '¡Basta ya, Yahveh! ¡Qu tame la vida, porque no soy yo mejor que mis padres!'.


Ajab entró en su casa triste e irritado por la respuesta que le hab a dado Nabot de Yizreel, al decirle: 'No te entregaré la heredad de mis padres'. Se acostó en su lecho, volvió el rostro hacia la pared y no quiso comer.


Pero él respondió: 'Hablas como una necia. Si aceptamos la dicha que Dios nos env a, ¿por qué no aceptar la desgracia?'. En nada de esto pecó Job con sus labios.


¡Ojalá muriera estrangulado! ¡Antes la muerte que mis sufrimientos!


Ni podrá, durante el d a, el sol herirte, ni la luna de noche:


Presérvame de toda rebeld a, no me expongas a las afrentas de los necios.


No seas propenso al enojo, porque el enojo habita en el corazón de los necios.


No reparéis si estoy morena, pues el sol me ha bronceado. Mis hermanos se enfadaron conmigo: me pusieron a guardar vi as, y mi vi a no he guardado.


No tendrán hambre ni sed, no los herirá el bochorno ni el sol, pues quien se apiada de ellos los gu a, y a los manantiales de agua los conduce.


Pero fue arrancada con furor, quedó en tierra derribada; la secó el viento solano, sus frutos se desgajaron, se agostaron los sarmientos, el fuego los devoró.


Él prospera entre sus hermanos, pero vendrá el solano, el viento de Yahveh que se levanta del desierto, y secará su hontanar, agotará su manantial, saqueará sus tesoros, todos sus objetos preciosos.


Dijo Moisés a Aarón: esto es lo que hab a dicho Yahveh: 'En los que se me acercan demostraré que yo soy santo y a los ojos de todo el pueblo seré glorificado'. Aarón calló.


Pero Yahveh desencadenó sobre el mar un viento huracanado y se formó en el mar una borrasca tan violenta que la nave estaba a punto de naufragar.


Ahora, ¡oh Yahveh! qu tame la vida; porque me es mejor la muerte que la vida'.


Pero Dios respondió a Jonás: '¿Crees que es razonable que te irrites por lo del ricino?'. Él contestó: 'Tengo toda la razón para enojarme hasta desearme la muerte'.


diciendo: 'Estos últimos han trabajado una sola hora, y los has igualado a nosotros, que hemos aguantado el peso de la jornada y el calor'.


Yo, a los que amo, los reprendo y castigo. ¡An mate, pues, y conviértete!


No tendrán ya más hambre ni tendrán ya más sed: ni caerá sobre ellos el bochorno ni el sol.


Entonces Samuel se lo manifestó todo, sin ocultarle nada. Dijo entonces El: '¡Él es Yahveh! ¡Que haga lo que bien parezca a sus ojos!'.