El rey Ezequ as, al o rlo, rasgó sus vestiduras y, cubierto de saco, entró en el templo de Yahveh.
Jonás 3:5 - Biblia Castilian 2003 La gente de N nive creyó en Dios; proclamó un ayuno y grandes y peque os se vistieron de saco. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y los hombres de Nínive creyeron a Dios, y proclamaron ayuno, y se vistieron de cilicio desde el mayor hasta el menor de ellos. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces la gente de Nínive creyó el mensaje de Dios y desde el más importante hasta el menos importante declararon ayuno y se vistieron de tela áspera en señal de remordimiento. Biblia Católica (Latinoamericana) Los ninivitas creyeron en la advertencia de Dios y ordenaron un ayuno, y se vistieron de saco desde el mayor al menor. La Biblia Textual 3a Edicion Y los hombres de Nínive creyeron a ’Elohim, y proclamaron ayuno y se cubrieron de cilicio, desde el mayor hasta el menor de ellos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 La gente de Nínive creyó en Dios; proclamó un ayuno y grandes y pequeños se vistieron de saco. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y los hombres de Nínive creyeron a Dios, y pregonaron ayuno, y se vistieron de cilicio desde el mayor de ellos hasta el menor de ellos. |
El rey Ezequ as, al o rlo, rasgó sus vestiduras y, cubierto de saco, entró en el templo de Yahveh.
Josafat se atemorizó y decidió buscar a Yahveh, por lo que promulgó un ayuno para todo Judá.
Y all, a la orilla del r o Ahavá, pregoné un ayuno para humillarnos ante nuestro Dios, con el fin de impetrar de él un feliz viaje para nosotros, para nuestros hijos y toda nuestra hacienda.
No tendrá ya que ense arse uno a otro ni una persona a otra persona, diciendo: 'Conoced a Yahveh', porque todos ellos me conocerán, desde el más peque o al más grande - oráculo de Yahveh -, cuando perdone su culpa y no recuerde más su pecado'.
Ahora bien, el a o quinto de Joaqu n, hijo de Jos as, rey de Judá, en el noveno mes, se hab a proclamado un ayuno ante Yahveh para todo el pueblo de Jerusalén y para toda la gente que hab a venido a Jerusalén de las ciudades de Judá.
Entonces, todos los jefes de las tropas, Juan, hijo de Caréaj; Azar as, hijo de Hosa as, y la población entera, desde el menor al mayor, se acercaron
y él entonces llamó a Juan, hijo de Caréaj, a todos los jefes de las tropas que estaban con él y al pueblo entero, desde el menor al mayor,
Volv mi rostro al Se or para dirigirle oraciones y súplicas, en ayuno, saco y ceniza.
Promulgad un ayuno, convocad una asamblea reunid a los ancianos, a todos los habitantes del pa s, en la casa de Yahveh, vuestro Dios, y clamad a Yahveh.
Luego hizo repetir esta proclama en N nive: 'Por orden del rey y de sus magnates, que ni hombres ni animales, ni ganado mayor ni menor prueben bocado, ni pasten ni beban.
Los habitantes de N nive comparecerán en el juicio con esta generación y la condenarán; porque ellos se convirtieron ante la predicación de Jonás, y aqu hay uno que es más que Jonás.
Los habitantes de N nive comparacerán en el juicio contra esta generación y la condenarán; porque ellos se convirtieron ante la predicación de Jonás, y aqu hay uno que es más que Jonás.
¡Ánimo, pues, amigos! Porque yo conf o en Dios que sucederá tal como se me ha dicho.
Todos, chicos y grandes, le hac an caso, pues dec an: 'Éste es el llamado Gran Poder de Dios'.
La fe es anticipo de las realidades que se esperan y prueba de las que no se ven.
Por la fe Noé, advertido por Dios sobre cosas que aún no se ve an, con religioso sentido empezó a construir un arca para salvar a su familia, y por medio de esa fe condenó al mundo y vino a ser heredero de la justicia según fe.
Yo encargaré a mis dos testigos que profeticen durante mil doscientos sesenta d as, vestidos de sayal.