Al verse en tales angustias, trató de aplacar a Yahveh, su Dios, y se humilló profundamente en presencia del Dios de sus padres.
Jonás 2:2 - Biblia Castilian 2003 Jonás oró a Yahveh, su Dios, desde el vientre del pez, Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 y dijo: Invoqué en mi angustia a Jehová, y él me oyó; Desde el seno del Seol clamé, Y mi voz oíste. Biblia Nueva Traducción Viviente y dijo: «En mi gran aflicción clamé al Señor y él me respondió. Desde la tierra de los muertos te llamé, ¡y tú, Señor, me escuchaste! Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces Jonás dirigió esta oración a Yavé, su Dios, desde el vientre del pez: La Biblia Textual 3a Edicion y dijo: En mi angustia invoqué a YHVH, Y Él me respondió; Del vientre del Seol pedí socorro, Y Tú escuchaste mi voz. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Jonás oró a Yahveh, su Dios, desde el vientre del pez, Biblia Reina Valera Gómez (2023) y dijo: En mi angustia clamé a Jehová, y Él me oyó; Desde el vientre del infierno clamé, y mi voz oíste. |
Al verse en tales angustias, trató de aplacar a Yahveh, su Dios, y se humilló profundamente en presencia del Dios de sus padres.
Cuando lazos de muerte me acordonan y angustias de seol me dan alcance, cuando me hallo en pesar y en aflicción,
Canto gradual. Hacia el Se or, en medio de pesares, yo clamo y él me atiende.
Tú, cierto, no abandonas mi vida al seol, no dejas a tu amado ver la fosa.
Bendecid al Se or, sus servidores, rendidle vasallaje, estirpe de Jacob, temblad en su presencia, linaje de Israel.
Poned en él los ojos, estad radiantes He y no tengáis los rostros abatidos.
La alabanza te es debida, oh Dios, sobre Sión, y a ti se cumplen las promesas.
Tus mercedes conmigo son muy grandes, has salvado mi vida del profundo seol.
El seol allá abajo se agita por ti saliendo a tu encuentro; despierta por ti a las sombras, a todos los potentados de la tierra; levanta de sus tronos a todos los reyes de las naciones.
entonces te haré bajar con los que bajan a la fosa, con los hombres de otro tiempo; te obligaré a residir en el pa s de los abismos, entre ruinas sempiternas, con los que bajan a la fosa, para que no vuelvas a ocupar un lugar en el pa s de los vivos.
'Todo esto, para que ningún árbol plantado junto a las aguas se ufane de su altura ni levante su copa por encima de las nubes, ni las alcance en su altura ningún árbol bien regado, pues todos están destinados a la muerte, al pa s del abismo, como los hijos de los hombres que bajan a la fosa.'
Porque as como estuvo Jonás en el vientre del monstruo marino tres d as y tres noches, as estará el Hijo del hombre en las entra as de la tierra tres d as y tres noches.
Porque todo el que pide recibe; y el que busca encuentra; y al que llama le abren.
Y en medio de la angustia, segu a orando con más intensidad. Su sudor era como gruesas gotas de sangre que ca an en tierra].
de que no abandonarás mi alma al Hades, ni dejarás que tu consagrado experimente corrupción.
Cristo, en los d as de su vida mortal, presentó, a gritos y con lágrimas, oraciones y súplicas al que pod a salvarlo de la muerte, y fue escuchado en atención a su piedad reverencial.
No tomes a tu sierva por una mujer perversa, pues sólo he hablado hasta ahora agobiada por mis muchas penas y aflicciones'.
David se vio entonces en un grave aprieto, porque la gente hablaba de lapidarlo, ya que todos estaban llenos de amargura por sus hijos e hijas. Pero David cobró ánimos en Yahveh, su Dios.