Él respondió: 'Cuando aún viv a el ni o, ayunaba y lloraba, porque me dec a: quién sabe si Yahveh se compadecerá de m y me lo dejará con vida.
Jonás 1:6 - Biblia Castilian 2003 El patrón de la nave se le acercó y le dijo: '¿Cómo es que estás ah durmiendo? ¡Levántate e invoca a tu Dios! A lo mejor ese Dios se compadece de nosotros y no perecemos'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y el patrón de la nave se le acercó y le dijo: ¿Qué tienes, dormilón? Levántate, y clama a tu Dios; quizá él tendrá compasión de nosotros, y no pereceremos. Biblia Nueva Traducción Viviente así que el capitán bajó a buscarlo. «¿Cómo puedes dormir en medio de esta situación? —le gritó—. ¡Levántate y ora a tu dios! Quizá nos preste atención y nos perdone la vida». Biblia Católica (Latinoamericana) El capitán se acercó a él y le dijo: '¿Cómo estás durmiendo? Levántate, invoca a tu Dios, quizá se acuerde de nosotros y no pereceremos. La Biblia Textual 3a Edicion Y el patrón de la nave° se le acercó y le dijo: ¿Qué haces dormido? ¡Levántate y clama a tu Dios! Quizás Ha-’Elohim° se fije en nosotros, y no perezcamos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El patrón de la nave se le acercó y le dijo: '¿Cómo es que estás ahí durmiendo? ¡Levántate e invoca a tu Dios! A lo mejor ese Dios se compadece de nosotros y no perecemos'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y el maestre de la nave vino a él y le dijo: ¿Qué tienes, dormilón? Levántate, y clama a tu Dios; quizá Dios tendrá compasión de nosotros, y no pereceremos. |
Él respondió: 'Cuando aún viv a el ni o, ayunaba y lloraba, porque me dec a: quién sabe si Yahveh se compadecerá de m y me lo dejará con vida.
'Ve y reúne a todos los jud os que se encuentran en Susa y ayunad por m. No comáis ni bebáis durante tres d as, ni de d a ni de noche. También yo y mis doncellas ayunaremos. Y as, aun en contra de la ley, me presentaré al rey. Si tengo que morir, moriré'.
¿Con qué derecho aplastáis a mi pueblo y moléis el rostro de los pobres?' - oráculo del Se or Yahveh Sebaot -.
'¿Qué queréis decir cuando vais repitiendo este proverbio acerca del pa s de Israel: 'Los padres comen agraces, y los dientes de los hijos sufren la dentera'?
Yahveh da voces delante de sus tropas, porque es inmenso el campamento, y es poderoso el ejecutor de sus planes. Grande es el d a de Yahveh, terrible en exceso. ¿Quién podrá soportarlo?
Odiad el mal y amad el bien, restableced la justicia en el tribunal. Quizá se compadezca Yahveh, el Dios Sebaot, del resto de José.
V stanse de saco hombres y animales, clamen a Dios con vehemencia, y conviértase cada cual de su mala conducta y de la violencia de sus manos.
¡Quién sabe! A lo mejor Dios cambia y se arrepiente, a lo mejor vuelve atrás el ardor de su ira, y no perecemos'.
Respondió entonces Pablo: '¿Qué hacéis llorando y partiéndome el corazón? Estoy dispuesto no sólo a dejarme atar, sino a morir en Jerusalén por el nombre del Se or Jesús'.
Y esto, tanto más cuanto que bien sabéis en qué tiempo vivimos: que ya es hora de que os despertéis del sue o, pues la salvación está ahora más cerca de nosotros que cuando abrazamos la fe.
Por eso se dice: 'Despiértate, tú que duermes, levántate de entre los muertos, y brillará sobre ti Cristo'.