Joel 2:10 - Biblia Castilian 2003 Ante ellos tiembla la tierra, retiemblan los cielos, el sol y la luna se oscurecen, apagan su brillo las estrellas. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Delante de él temblará la tierra, se estremecerán los cielos; el sol y la luna se oscurecerán, y las estrellas retraerán su resplandor. Biblia Nueva Traducción Viviente La tierra tiembla mientras avanzan y los cielos se estremecen. El sol y la luna se oscurecen y las estrellas dejan de brillar. Biblia Católica (Latinoamericana) ¡Al verlos tiembla la tierra, se estremecen los cielos, el sol y la luna se oscurecen y las estrellas pierden su brillo! La Biblia Textual 3a Edicion Delante de ellos tiembla la tierra y se estremecen los cielos, El sol y la luna se oscurecen, Y las estrellas retiran su resplandor. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Ante ellos tiembla la tierra, retiemblan los cielos, el sol y la luna se oscurecen, apagan su brillo las estrellas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Delante de ellos temblará la tierra, se estremecerán los cielos; el sol y la luna se oscurecerán, y las estrellas retraerán su resplandor. |
En mi aprieto yo clamo al Se or, a mi Dios elevo el grito, y él escucha mi voz desde su templo, mi clamor alcanza a sus o dos.
Los astros del cielo y sus constelaciones no alumbrarán; se oscurecerá el sol en su orto, la luna no irradiará su luz.
se deshará todo el ejército de los cielos. Se enrollarán como un libro los cielos, todo su ejército se marchitará, como se marchita el sarmiento de la vid, como se marchita la hoja de la higuera.
Bramará contra él, aquel d a, como brama el mar. Se mirará a la tierra, y no habrá más que densas tinieblas, los nubarrones oscurecerán la luz.
D a tenebroso y oscuro, d a nublado y sombr o. Como la aurora, as se extiende por los montes un pueblo numeroso y fuerte como no lo hubo nunca desde que existen los siglos, ni lo habrá después de él hasta las generaciones más lejanas.
El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes de que venga el d a de Yahveh, grande y terrible.
Él es quien hizo las Pléyades y Orión, quien cambia las tinieblas en aurora, quien hace del d a noche oscura, quien llama a las aguas del mar y las derrama sobre la superficie de la tierra. ¡Yahveh es su nombre!
Tiemblan los montes ante Él, He se estremecen las colinas. Ante Él trepida la tierra, el orbe y cuantos lo habitan.
Inmediatamente después de la tribulación de aquellos d as, el sol se obscurecerá y la luna no dará su brillo, las estrellas caerán del cielo y el mundo de los astros se desquiciará.
Y al momento, el velo del templo se rasgó en dos de arriba abajo; la tierra tembló y las rocas se hendieron;
el sol se convertirá en tinieblas y la luna en sangre, antes de que llegue el d a del Se or, d a grande y esplendoroso;
Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él. Huyeron de su presencia la tierra y el cielo, y no se les volvió a ver en ningún lugar.
Cuando abrió el sexto sello, vi sobrevenir un gran terremoto, el sol se volvió negro como un tejido de crin, la luna, toda ella se volvió de sangre
Tocó el cuarto ángel. Y fue azotada la tercera parte del sol, la tercera parte de la luna y la tercera parte de las estrellas, de modo que se oscureció la tercera parte de cada uno de ellos; el d a perdió la tercera parte de su brillo, y otro tanto la noche.
Abrió el pozo del abismo y subió del pozo una humareda como la humareda de un gran horno. El sol y el aire quedaron oscurecidos por el humo del pozo.