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Joel 1:2 - Biblia Castilian 2003

Escuchad esto, ancianos, o d, habitantes todos del pa s: ¿hubo cosa parecida en vuestros d as o en los d as de vuestros padres?

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Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Oíd esto, ancianos, y escuchad, todos los moradores de la tierra. ¿Ha acontecido esto en vuestros días, o en los días de vuestros padres?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Oigan esto, líderes del pueblo. Escuchen, todos los habitantes de la tierra. En toda su historia, ¿había sucedido antes algo semejante?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

¡Oigan esto, ancianos!, escuchen todos los habitantes del país: ¿Ha sucedido algo semejante en sus tiempos, en tiempos de sus padres?

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La Biblia Textual 3a Edicion

¡Oíd esto, oh ancianos! ¡Dad oído, moradores todos del país! ¿Aconteció esto en vuestros días, o en los días de vuestros padres?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Escuchad esto, ancianos, oíd, habitantes todos del país: ¿hubo cosa parecida en vuestros días o en los días de vuestros padres?

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Oíd esto, ancianos, y escuchad, todos los moradores de la tierra. ¿Ha acontecido esto en vuestros días, o en los días de vuestros padres?

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Lòt tradiksyon



Joel 1:2
24 Referans Kwoze  

La sabidur a es cosa de ancianos y la prudencia patrimonio de la vejez.


Viejos canosos hay entre nosotros, más cargados de a os que tu padre.


¿Por qué siguen viviendo los malvados, llegan a viejos y conservan su poder?


Pregunta, s, pregunta a la generación pasada, atiende a la experiencia de sus padres.


Del director. De los hijos de Coré. Salmo.


Naciones, acercaos a escuchar, pueblos, prestad atención; escuche la tierra y cuanto hay en ella, el mundo y cuanto produce:


Yahveh traerá sobre ti, sobre tu pueblo y sobre la casa de tu padre d as como no han llegado desde el d a en que Efra n se separó de Judá (es decir: al rey de Asiria)'.


y en lividez se convierten? S, grande es aquel d a, no hay semejante a él; tiempo de angustia es para Jacob, pero será librado de él.


Escuchadlo, pueblo necio y sin cordura, que tienen ojos y no ven, tienen o dos y no oyen.


'En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran pr ncipe, el defensor de los hijos de tu pueblo; será un tiempo de angustia, cual no lo ha habido desde que existen las naciones hasta entonces. En aquel tiempo se salvará tu pueblo, todos los que estén inscritos en el libro.


Escuchad la palabra de Yahveh, hijos de Israel, porque Yahveh viene a querellarse contra los habitantes del pa s, porque no hay en ellos ni fidelidad ni amor, ni conocimiento de Dios.


Escuchad esto, sacerdotes, atiende, casa de Israel, óyelo, casa real: sois vosotros los llamados a juicio, porque fuisteis lazo en Mispá, y red tendida en el Tabor.


Promulgad un ayuno, convocad una asamblea reunid a los ancianos, a todos los habitantes del pa s, en la casa de Yahveh, vuestro Dios, y clamad a Yahveh.


D a tenebroso y oscuro, d a nublado y sombr o. Como la aurora, as se extiende por los montes un pueblo numeroso y fuerte como no lo hubo nunca desde que existen los siglos, ni lo habrá después de él hasta las generaciones más lejanas.


Escuchad estas palabras que dice Yahveh contra vosotros, hijos de Israel, contra toda la familia que saqué de la tierra de Egipto.


Escuchad esta palabra, vacas de Basán, que estáis en el monte de Samar a, que oprim s a los indigentes, maltratáis a los pobres y dec ais a vuestros maridos: '¡Traed acá! ¡Bebamos!'.


Escuchad esta palabra que digo contra vosotros; esta eleg a, casa de Israel.


¡Escuchad, pueblos todos! ¡Atiende, tierra, y cuanto contienes! Sea testigo el Se or Yahveh contra vosotros, el Se or desde su santo templo.


Y dije: 'Escuchad, pues, jefes de Jacob, gobernantes de la casa de Israel: ¿acaso no os toca a vosotros reconocer el derecho?'.


Escuchad también esto, jefes de la casa de Jacob, gobernantes de la casa de Israel, vosotros que detestáis la justicia, que torcéis toda equidad,


El que tenga o dos, que oiga'.


Porque entonces será la angustia tan grande como no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá jamás.


Quien tenga o dos, oiga lo que el Esp ritu dice a las iglesias. Al que venza, le daré a comer del árbol de la vida que está en el para so de Dios'.