Porque yo lo he escogido para que mande a sus hijos, y a su casa después de él, que guarden el camino de Yahveh, haciendo lo que es justo y recto, para que Yahveh realice en Abrahán cuanto le ha prometido'.
Job 4:3 - Biblia Castilian 2003 Tú que a tantos dabas lecciones, que fortalec as las manos cansadas; Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 He aquí, tú enseñabas a muchos, Y fortalecías las manos débiles; Biblia Nueva Traducción Viviente »Antes alentabas a mucha gente y fortalecías a los débiles. Biblia Católica (Latinoamericana) Mira, tú dabas lección a mucha gente,
les dabas fuerza a los que se sentían débiles. La Biblia Textual 3a Edicion He aquí tú enseñabas a muchos, Y fortalecías las manos débiles. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Tú que a tantos dabas lecciones, que fortalecías las manos cansadas; Biblia Reina Valera Gómez (2023) He aquí, tú has instruido a muchos, y las manos débiles has fortalecido; |
Porque yo lo he escogido para que mande a sus hijos, y a su casa después de él, que guarden el camino de Yahveh, haciendo lo que es justo y recto, para que Yahveh realice en Abrahán cuanto le ha prometido'.
Celebraron con gran júbilo la fiesta de los Ázimos durante siete d as, porque Yahveh les hab a colmado de gozo, ya que hab a transformado en su favor el corazón del rey de Asiria hasta el punto de ayudarles para la obra del templo de Dios, el Dios de Israel.
O do que me o a, me felicitaba; ojos que me ve an, daban testimonio de m,
que con tus palabras sosten as a los vacilantes, robustec as las rodillas que se rinden.
Los labios del justo solazan a muchos; los necios mueren por falta de juicio.
Los labios de los sabios siembran la ciencia, no as el corazón de los necios.
Al sabio de corazón se le llama inteligente, hablar con dulzura aumenta la persuasión.
El Se or Yahveh me ha dado lengua de disc pulos, para que sepa sostener al cansado con una palabra. Él me despierta ma ana tras ma ana, para que escuche como los disc pulos.
Puesto que desanimáis el corazón del justo con enga os cuando yo no le contristo, y vigorizáis las manos del malvado, de modo que no se convierta de su mala conducta para que viva,
Aquel d a se dirá a Jerusalén: ¡No temas, Sión! ¡No desfallezcan tus manos!
pero yo he rogado por ti, a fin de que tu fe no desfallezca. Y luego tú, cuando te hayas vuelto, confirma a tus hermanos'.
Que no salga de vuestra boca ni una sola palabra torpe, sino sólo la que sea buena para la edificación,según la necesidad, y sea beneficiosa para quienes la oyen.
Transmite tus órdenes a Josué, infúndele valor y fortaleza, pues él será quien pase al frente de este pueblo y le dé la posesión de la tierra que ves'.
Que vuestra palabra sea siempre amable, sazonada con sal, sabiendo cómo tenéis que dirigiros a cada uno en particular.
Por lo tanto, fortaleced las manos débiles, afirmad las rodillas vacilantes