Regresó Abner a Hebrón y Joab lo llevó aparte, junto a la puerta, como para hablarle en secreto. Y all lo hirió de muerte en el vientre para vengar la sangre de su hermano Asael.
Jeremías 9:8 - Biblia Castilian 2003 ¿No debo castigarlos por estas cosas - oráculo de Yahveh -, y de una nación como ésta no he de vengarme?'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Saeta afilada es la lengua de ellos; engaño habla; con su boca dice paz a su amigo, y dentro de sí pone sus asechanzas. Biblia Nueva Traducción Viviente Pues sus lenguas lanzan mentiras como flechas envenenadas. Dicen palabras amistosas a sus vecinos mientras en el corazón traman matarlos. Biblia Católica (Latinoamericana) ¿Y no he de castigarles yo por estas cosas?, dice Yavé.
¿De gente como ésta, no me vengaré?' La Biblia Textual 3a Edicion Su lengua es cual saeta mortífera que habla engaño. Con su boca hablan paz con su prójimo, Pero dentro de sí colocan su emboscada. Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¿No debo castigarlos por estas cosas -oráculo de Yahveh-, y de una nación como ésta no he de vengarme?'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Saeta afilada es la lengua de ellos; engaño habla; con su boca habla paz con su prójimo, pero en su corazón pone su asechanza. |
Regresó Abner a Hebrón y Joab lo llevó aparte, junto a la puerta, como para hablarle en secreto. Y all lo hirió de muerte en el vientre para vengar la sangre de su hermano Asael.
Salva, Se or, pues se acaban los piadosos, se terminan los fieles de entre los hijos de los hombres.
Vano es lo que se dicen los unos a los otros; lenguaje lisonjero, con doble corazón, lo que se hablan.
No me arrastres en el haz de los imp os, con los agentes de maldad que hablan de paz con sus vecinos, con malicia en su interior.
que env e él desde el cielo y me libere, que execre a mi opresor, Selah que revele su gracia y su verdad.
Derrocarle del puesto es cuanto está en sus planes, su gozo es la mentira: con la boca bendicen, mas su idea es maldición. Selah
Maza, espada, flecha aguda: tal es quien declara en falso contra su prójimo.
S, en mi pueblo hay malvados que acechan como cazadores, ponen trampas para cazar hombres.
¿No voy a castigar estas cosas? - oráculo de Yahveh -. Y de una nación como ésta, ¿no he de vengarme?
Guardaos bien unos de otros, y en ningún hermano confiéis; pues todo hermano pone zancadillas y todo amigo anda con calumnias.
Unos a otros se enga an, no hablan con sinceridad. A decir mentiras han acostumbrado su lengua; son unos pervertidos, no se pueden
convertir. ¡Opresión sobre opresión, enga o sobre enga o! Rehúsan conocer a Yahveh.
Sus ricos rezuman violencia, sus habitantes dicen mentiras y tienen en su boca una lengua mendaz.