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Jeremías 9:25 - Biblia Castilian 2003

a Egipto, a Judá, a Edom, a los hijos de Amón, a Moab y a todos los que se rapan las sienes, que habitan en el desierto. Todas estas naciones son incircuncisas, como también toda la casa de Israel es incircuncisa de corazón.'

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

He aquí que vienen días, dice Jehová, en que castigaré a todo circuncidado, y a todo incircunciso;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

»Se acerca la hora —dice el Señor—, cuando castigaré a todos los que están circuncidados en el cuerpo pero no en espíritu:

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Biblia Católica (Latinoamericana)

a Egipto, Judá, Edom, los hijos de Ammón, Moab, y a todos los árabes que se afeitan las sienes y que viven en el desierto. Pues todos estos pueblos no son circuncidados, y la gente de Israel no ha circuncidado su corazón.

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La Biblia Textual 3a Edicion

He aquí que vienen días, dice YHVH, En que castigaré a todo circunciso con todo incircunciso:°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

a Egipto, a Judá, a Edom, a los hijos de Amón, a Moab y a todos los que se rapan las sienes, que habitan en el desierto. Todas estas naciones son incircuncisas, como también toda la casa de Israel es incircuncisa de corazón.'

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

He aquí que vienen días, dice Jehová, en que castigaré a todo circuncidado, y a todo incircunciso:

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Lòt tradiksyon



Jeremías 9:25
17 Referans Kwoze  

a Dedán, a Temá, a Buz y a todos los que se rapan las sienes;


Circuncidaos para Yahveh, quitad el prepucio de vuestros corazones, hombres de Judá y habitantes de Jerusalén, no sea que se desfogue como fuego mi furor y queme, sin que haya quien lo apague, por la maldad de vuestras obras'.


Sus camellos serán el bot n, y sus muchos ganados el despojo. Dispersaré hacia todos los vientos a esos que se rapan las sienes, y traeré su ruina de todas partes - oráculo de Yahveh -.


De muerte de incircuncisos morirás en manos de tus asesinos, en manos de extranjeros. Porque yo lo he dicho - oráculo del Se or Yahveh'.


'¿A quién te pareces? Eres, por gloria y por grandeza, como uno de los árboles de Edén. Pero con los árboles de Edén has sido precipitado al pa s del abismo; yaces entre incircuncisos, con los muertos a espada. Éste es Faraón y toda su tropa - oráculo del Se or Yahveh.'


al admitir extranjeros, incircuncisos de corazón e incircuncisos de cuerpo, para que estén en mi santuario y profanen mi templo, pues cuando me presentabais la comida, la grasa y la sangre, romp ais mi alianza con todas vuestras abominaciones!'.


No os raparéis la cabellera en cerco, ni recortaréis los bordes de la barba.


Por eso me opuse yo a ellos y los expulsé a la tierra de sus enemigos. Entonces se humillará su corazón incircunciso y expiarán su iniquidad.


Sólo a vosotros conoc entre todas las familias de la tierra, por eso os castigaré por todas vuestras iniquidades.


Porque no es jud o el que lo es en lo externo, ni es circuncisión la que se ve en lo externo, en la carne.


Es verdadero jud o quien lo es interiormente, y es verdadera circuncisión la del corazón, hecha según el Esp ritu, no según la letra. Este jud o es el que recibe alabanza, no de los hombres, sino de Dios.


Jonatán dijo a su escudero. 'Ven; vamos a pasar al puesto de esos incircuncisos. Quizá Yahveh haga algo por nosotros, porque nada le impide a Yahveh dar la victoria con muchos o con pocos'.


Preguntó David a los hombres que estaban a su lado: '¿Qué se hará con el que mate a este filisteo y haga desaparecer de Israel esta afrenta? ¿Quién es ese filisteo incircunciso, para desafiar as a las huestes del Dios vivo?'.