Mujeres descuidadas, levantaos, escuchad ni voz; hijas confiadas, atended a mi palabra:
Jeremías 9:19 - Biblia Castilian 2003 Escuchad, pues, mujeres, la palabra de Yahveh, y reciba vuestro o do la palabra de su boca; ense ad a vuestras hijas el lamento y unas a otras la eleg a: Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Porque de Sion fue oída voz de endecha: ¡Cómo hemos sido destruidos! En gran manera hemos sido avergonzados, porque abandonamos la tierra, porque han destruido nuestras moradas. Biblia Nueva Traducción Viviente Escuchen a los habitantes de Jerusalén llorando desesperados: “¡Estamos arruinados! ¡Estamos totalmente humillados! Tenemos que abandonar nuestra tierra, porque derribaron nuestras casas”». Biblia Católica (Latinoamericana) Ustedes, mujeres, escuchen la palabra de Yavé,
reciban sus oídos la palabra de su boca,
enseñen a sus hijas este canto fúnebre,
y, unas a otras, esta lamentación: La Biblia Textual 3a Edicion Porque de Sión fue oída voz de endecha: ¡Cómo hemos sido destruidos! ¡Cómo hemos sido avergonzados! Hemos tenido que abandonar la tierra, Y nuestras moradas han sido destruidas. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Escuchad, pues, mujeres, la palabra de Yahveh, y reciba vuestro oído la palabra de su boca; enseñad a vuestras hijas el lamento y unas a otras la elegía: Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque voz de endecha fue oída de Sión: ¡Cómo hemos sido destruidos! en gran manera estamos confundidos. Porque dejamos la tierra, porque nos han echado de sí nuestras moradas. |
Mujeres descuidadas, levantaos, escuchad ni voz; hijas confiadas, atended a mi palabra:
Pero Yahveh me dijo: Ni aunque Moisés y Samuel estuvieran ante m, se volver a mi alma hacia este pueblo. Échalos de mi presencia y que se vayan.
¿Es Israel un esclavo o un nacido en esclavitud? ¿Por qué se convirtió en una presa
Mirad: sube como las nubes, y sus carros como el huracán; sus caballos más ligeros que las águilas. ¡Ay de nosotros, pues estamos perdidos!
Desastre sobre desastre, se grita. ¡Todo el pa s está devastado! De repente son saqueadas mis tiendas; en un instante, mis pabellones.
os echaré de mi presencia, como eché a todos vuestros hermanos, a toda la descendencia de Efra n.
¿Es a m a quien ofenden? - aráculo de Yahveh -. ¿No es más bien a s mismos, para su propia vergüenza?
Córtate el pelo y t ralo, entona una lamentación en las colinas, pues Yahveh desechó y repudió a la generación que provoca su ira.
'¡Apartaos! ¡Un impuro!', les gritaban. Sámek '¡Apartaos! ¡Apartaos! ¡No toquéis!'. Vagaban dispersos y la gente dec a: 'Que no sigan viviendo aqu '.
Esa tierra se ha hecho impura; yo he castigado su maldad, y la tierra vomitó a sus habitantes.
Que no os vomite también la tierra a vosotros por haberla manchado, como vomitó a los pueblos que la habitaron antes que vosotros.
Guardaréis, pues, todos mis mandamientos y todos mis preceptos y los pondréis en práctica, para que no os vomite la tierra adonde os llevo para que la habitéis.
Levantaos, marchad, que no es éste lugar de descanso. Por causa de vuestra impureza seréis aniquilados de manera espantosa.
En aquel d a se hará a costa vuestra un proverbio y se entonará un lamento, un lamento que dice: '¡Estamos totalmente arruinados! ¡La porción de mi pueblo ha sido entregada! ¡Cómo arrebatan lo que es m o! ¡Entre los enemigos distribuyen nuestros campos!''.
en pleno d a andarás a tientas, como a tientas camina el ciego en las tinieblas. Nunca tendrás éxito en tus empresas, y estarás siempre oprimido y despojado, sin que nadie salga en tu defensa.