En el campo se ven flores, llega el tiempo de los cantos, y el arrullo de la tórtola se deja o r en los campos.
Jeremías 8:7 - Biblia Castilian 2003 Hasta la cigüe a en el cielo conoce sus estaciones; la tórtola, la golondrina y la grulla observan el tiempo de su migración. Pero mi pueblo no conoce el derecho de Yahveh. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Aun la cigüeña en el cielo conoce su tiempo, y la tórtola y la grulla y la golondrina guardan el tiempo de su venida; pero mi pueblo no conoce el juicio de Jehová. Biblia Nueva Traducción Viviente Hasta la cigüeña que surca el cielo conoce el tiempo de su migración, al igual que la tórtola, la golondrina y la grulla. Todas regresan en el tiempo señalado cada año. ¡Pero no en el caso de mi pueblo! Ellos no conocen las leyes del Señor. Biblia Católica (Latinoamericana) Hasta la cigüeña, en el cielo, conoce su estación; la tórtola, la golondrina y la grulla saben la época de sus migraciones. ¡Pero mi pueblo ignora el derecho de Yavé!' La Biblia Textual 3a Edicion Aun la cigüeña en los cielos conoce sus tiempos;° La tórtola, la golondrina y la grulla guardan la época de su migración, Pero mi pueblo no conoce la justicia de YHVH. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Hasta la cigüeña en el cielo conoce sus estaciones; la tórtola, la golondrina y la grulla observan el tiempo de su migración. Pero mi pueblo no conoce el derecho de Yahveh. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Aun la cigüeña en el cielo conoce su tiempo, y la tórtola y la grulla y la golondrina guardan el tiempo de su venida; pero mi pueblo no conoce el juicio de Jehová. |
En el campo se ven flores, llega el tiempo de los cantos, y el arrullo de la tórtola se deja o r en los campos.
Conoce el buey a su due o y el asno el pesebre de su amo; Israel no conoce, mi pueblo no entiende.
Al secarse, se romperá su ramaje; vendrán las mujeres y lo quemarán. Porque no es un pueblo inteligente, por eso su hacedor no le tendrá compasión, y su creador no le concederá gracia.
Sólo hay c taras y arpas, panderetas y flautas, y vino en sus banquetes; pero no miran la acción de Yahveh, no ven la obra de sus manos.
S, mi pueblo es insensato, a m no me conocen. Son hijos necios, no son inteligentes, expertos para el mal, hacer el bien no saben.
Por eso los va a herir el león de la selva, el lobo de la estepa los devorará. El leopardo acecha junto a sus ciudades, todo el que salga de ellas será despedazado, porque muchas son sus transgresiones, sus apostas as son muy graves.
La ley cae en desuso y el derecho no se cumple. El imp o asedia al justo, se tergiversa el derecho.
Después levanté mis ojos y tuve una visión: vi que aparec an dos mujeres con alas como de cigüe a desplegadas al viento que levantaron el ánfora entre la tierra y el cielo.