Le dijo Yahveh: 'He escuchado la oración y la súplica que me has dirigido, por lo que he santificado este templo que acabas de construir y asentaré en él mi nombre para siempre, de suerte que mis ojos y mi corazón estarán siempre aqu.
Jeremías 7:10 - Biblia Castilian 2003 y luego ven s y estáis delante de m en este templo sobre el cual se invoca mi nombre y dec s: '¡Estamos salvados!', para seguir luego cometiendo todas esas abominaciones! Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 ¿vendréis y os pondréis delante de mí en esta casa sobre la cual es invocado mi nombre, y diréis: Librados somos; para seguir haciendo todas estas abominaciones? Biblia Nueva Traducción Viviente y luego venir y presentarse delante de mí en mi templo a repetir: ‘¡Estamos a salvo!’, solo para irse a cometer nuevamente todas las mismas maldades? Biblia Católica (Latinoamericana) Y luego vienen a presentarse ante mí, en este Templo que lleva mi Nombre, y dicen: '¡Aquí estaremos seguros después de cometer tantas maldades!' La Biblia Textual 3a Edicion ¿vendréis y os pondréis ante mí en esta Casa, sobre la cual es invocado mi Nombre, y diréis: Somos libres (para seguir haciendo tales abominaciones)? Biblia Serafín de Ausejo 1975 y luego venís y estáis delante de mí en este templo sobre el cual se invoca mi nombre y decís: '¡Estamos salvados!', para seguir luego cometiendo todas esas abominaciones! Biblia Reina Valera Gómez (2023) ¿Y vendréis y os pondréis delante de mí en esta casa que es llamada por mi nombre, y diréis: Somos libres para hacer todas estas abominaciones? |
Le dijo Yahveh: 'He escuchado la oración y la súplica que me has dirigido, por lo que he santificado este templo que acabas de construir y asentaré en él mi nombre para siempre, de suerte que mis ojos y mi corazón estarán siempre aqu.
Erigió también altares en el templo de Yahveh, del que Yahveh hab a dicho: 'Pondré mi nombre en Jerusalén'.
Erigió también altares en el templo de Yahveh, del que Yahveh hab a dicho: 'En Jerusalén estará mi nombre por siempre'.
Además, colocó la imagen del dolo que hab a fabricado en el templo de Dios, del que Dios hab a dicho a David y a su hijo Salomón: 'En este templo, y en Jerusalén, la que yo escog de entre todas las tribus de Israel, estableceré mi nombre para siempre.
Yahveh abomina el sacrificio de los malos; pero se complace en la plegaria de los justos.
los que toman el nombre de la ciudad santa y se apoyan en el Dios de Israel, - Yahveh Sebaot es su nombre -:
Pusieron sus abominaciones en el templo sobre el cual se invoca mi nombre, profanándolo,
Vosotros, hoy, os hab ais convertido y hab ais hecho lo que es recto a mis ojos proclamando cada uno la manumisión de su prójimo, pues hab ais concertado un pacto ante m en el templo sobre el cual se invoca mi nombre.
¿Olvidasteis las maldades de vuestros padres, las maldades de los reyes de Judá, las maldades de sus mujeres, vuestras propias maldades y las maldades de vuestras mujeres, cometidas en el pa s de Judá y en las calles de Jerusalén?
¿Es a vuestros ojos este templo sobre el cual se invoca mi nombre una cueva de ladrones? Pues yo también lo he visto - oráculo de Yahveh -.
por eso haré con el templo sobre el cual se invoca mi nombre, en el que confiáis, y con el lugar que os di a vosotros y a vuestros padres, como hice con Siló:
Porque los hijos de Judá han hecho lo que es malo a mis ojos - oráculo de Yahveh -, y han puesto sus dolos en el templo sobre el cual se invoca mi nombre, profanándolo.
'En cuanto a vosotros, casa de Israel, as dice el Se or Yahveh: 'Vaya cada uno a servir a sus dolos'. Pero después ciertamente no habrá uno entre vosotros que no me escuche; ni profanaréis más mi santo nombre con vuestras ofrendas y con vuestros dolos;
Te tratarán con odio, se apoderarán de todos tus bienes y te dejarán completamente desnuda. As quedará patente la vergüenza de tus prostituciones. Tu lascivia y tus prostituciones
Han cometido adulterios, hay sangre en sus manos; han cometido adulterio con sus dolos, a los que han ofrecido, para que los devoraran, haciéndolos pasar por el fuego, a los hijos que ellas mismas me hab an dado a luz para m '.
porque, después de haber inmolado a sus hijos en honor de los dolos, aquel mismo d a vinieron a mi santuario para profanarlo. Esto es lo que han hecho dentro de mi casa.'
'Diles, pues: as dice el Se or Yahveh: coméis carne con sangre, alzáis vuestros ojos a vuestros dolos, derramáis sangre, ¿y vais a ocupar el pa s?
Se acercan a ti como a una asamblea popular y mi pueblo se sienta delante de ti; oyen tus palabras, pero no las cumplen, porque de boca muestran mucho afecto, pero su corazón va tras sus negocios.
Por eso - por mi vida; oráculo del Se or Yahveh -, puesto que has contaminado mi santuario con todos tus dolos y todas tus abominaciones, también yo te voy a cortar de ra z, sin que se apiaden mis ojos de ti; no tendré compasión''.
Inclina tu o do, Dios m o, y escucha. Abre tus ojos y mira nuestras ruinas y la ciudad sobre la cual se invoca tu nombre; pues no te presentamos nuestras súplicas confiando en nuestras buenas obras sino en tus grandes misericordias.
Como una emboscada de bandidos, as es la horda de los sacerdotes: asesinan en el camino de Siquén realmente es infame su conducta.
Quemad levadura como acción de gracias y pregonad a voz en grito ofrendas voluntarias, puesto que as lo queréis, hijos de Israel - oráculo del Se or Yahveh -.
a los que se postran en las terrazas ante el ejército del cielo; a los que se postran jurando por Yahveh, pero juran por Milcón,
Por eso llamamos dichosos a los soberbios: los que cometen la iniquidad prosperan, incluso los que tientan a Dios quedan impunes'.
¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que cerráis a los hombres el reino de los cielos! Pues ni vosotros entráis ni a los que están entrando les dejáis entrar.
No lo digo por todos vosotros pues sé bien a quiénes escog. Pero cúmplase la Escritura: El que come el pan conmigo, ha levantado su calca al contra m.
Desde casa de Caifás llevan a Jesús al pretorio. Era muy de ma ana. Ellos no entraron en el pretorio para no contaminarse y as poder comer la pascua.