Rechazó as Yahveh a toda la estirpe de Israel; la afligió y la entregó en manos de sus saqueadores hasta arrojarla de su presencia.
Jeremías 6:30 - Biblia Castilian 2003 Plata de desecho hay que llamarlos, porque Yahveh los ha desechado. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Plata desechada los llamarán, porque Jehová los desechó. Biblia Nueva Traducción Viviente Los marcaré: “plata rechazada”, porque yo, el Señor, los desecho». Biblia Católica (Latinoamericana) Serán llamados, en consecuencia, 'plata de desecho', porque Yavé los arrojó. La Biblia Textual 3a Edicion Plata reprobada serán llamados, Porque YHVH los ha desechado. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Plata de desecho hay que llamarlos, porque Yahveh los ha desechado. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Plata desechada los llamarán, porque Jehová los desechó. |
Rechazó as Yahveh a toda la estirpe de Israel; la afligió y la entregó en manos de sus saqueadores hasta arrojarla de su presencia.
¿Es que no saben comprender los obreros del mal, que devoran a mi pueblo como quien come pan, y no invocan a Dios?
Volveré mi mano contra ti, limpiaré, como la lej a, tus escorias, apartaré toda la ganga.
¿Has rechazado del todo a Judá, o tu alma está cansada de Sión? ¿Por qué nos has herido sin que tengamos cura? Esperábamos la paz, pero no ha habido bien alguno; el tiempo de la sanación, y se presenta el terror.
Cuando este pueblo, o el profeta o el sacerdote, te pregunte: ¿Cuál es la carga de Yahveh?, les responderás: 'Vosotros sois la carga y yo os tiraré' - oráculo de Yahveh -.
Palabra que le fue dirigida a Jerem as de parte de Yahveh en estos términos:
Córtate el pelo y t ralo, entona una lamentación en las colinas, pues Yahveh desechó y repudió a la generación que provoca su ira.
si no nos has rechazado del todo, si estás irritado hasta el extremo con nosotros.
Mi Dios los rechazará porque no lo escucharon: andarán errantes entre las naciones.
En el plazo de un mes desped a tres pastores; pero perd la paciencia con las ovejas, y ellas también se cansaron de m.
Vosotros sois la sal de la tierra; pero, si la sal pierde su sabor, ¿con qué salarla? Para nada vale ya, sino para arrojarla fuera y que la pise la gente.
Sigo, pues, preguntando: ¿es que Dios ha rechazado a su pueblo? ¡Ni pensarlo! Que también yo soy israelita, de la descendencia de Abrahán, de la tribu de Benjam n.