Y as yo haré que vuelva todo el pueblo a ti [como vuelve la desposada a su marido, pues tú buscas sólo la vida de un hombre]. Entonces, todo el pueblo quedará en paz'.
Jeremías 6:14 - Biblia Castilian 2003 Curan a la ligera la herida de mi pueblo, diciendo: 'Va todo muy bien', cuando todo va mal. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y curan la herida de mi pueblo con liviandad, diciendo: Paz, paz; y no hay paz. Biblia Nueva Traducción Viviente Ofrecen curas superficiales para la herida mortal de mi pueblo. Dan garantías de paz cuando no hay paz. Biblia Católica (Latinoamericana) Calman sólo a medias la aflicción de mi pueblo, diciendo: 'Paz, paz', siendo que no hay paz. La Biblia Textual 3a Edicion Y livianamente curan la llaga de mi pueblo, Diciendo: ¡Paz! ¡Paz!, cuando no hay paz. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Curan a la ligera la herida de mi pueblo, diciendo: 'Va todo muy bien', cuando todo va mal. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y curan el quebrantamiento de la hija de mi pueblo con liviandad, diciendo: Paz, paz; y no hay paz. |
Y as yo haré que vuelva todo el pueblo a ti [como vuelve la desposada a su marido, pues tú buscas sólo la vida de un hombre]. Entonces, todo el pueblo quedará en paz'.
De la planta del pie a la cabeza no hay en él parte sana: golpes, contusiones, heridas recientes, ni limpiadas, ni vendadas, ni aliviadas con aceite.
que dicen a los videntes: 'No veáis', y a los profetas: 'No nos profeticéis verdades, decidnos cosas halagüe as profetizad ilusiones;
Y será la luz de la blanquecina como la luz del ardoroso. Y la luz del ardoroso será siete veces mayor, como la luz de siete d as, el d a en que vende Yahveh la fractura de su pueblo y cure la llaga de su herida.
Yo repliqué: '¡Ah Se or, Yahveh! Mira que los profetas les dicen: no veréis la espada, ni tendréis hambre; sino que os daré la paz segura en este lugar'.
Les dirás esta palabra: Vierten lágrimas mis ojos noche y d a y no cesan, porque por un gran quebranto está quebrantada la virgen, hija de mi pueblo, por un golpe del todo incurable.
Se atreven a decir a quienes me desprecian: 'Yahveh ha dicho: os irá bien'. Y a cuantos siguen la obstinación de su corazón les dicen: 'No vendrá sobre vosotros la desgracia''.
Dentro de dos a os haré devolver a este lugar todos los objetos del templo de Yahveh que Nabucodonosor, rey de Babilonia, tomó de este lugar para llevarlos a Babilonia.
Diré entonces: '¡Ah, Se or Yahveh!'. De verdad has enga ado por completo a este pueblo y a Jerusalén, cuando dec as: 'Tendréis paz', y la espada ha penetrado hasta el fondo del alma.
Renegaron de Yahveh y dijeron: 'Él no existe; no nos vendrá mal alguno, ni espada ni hambre veremos.
Tus profetas tuvieron para ti Nun visiones enga osas y necias. No te descubrieron tu pecado, de modo que cambiara tu suerte; te hicieron vaticinios falaces e ilusorios.
Precisamente porque han enga ado a mi pueblo diciendo: '¡Paz!', cuando no hay paz, y mientras él construye una tapia ah están ellos revocándola con barro,
los profetas de Israel, los que profetizan acerca de Jerusalén y ven para ella visiones de paz, cuando no hay paz' - oráculo del Se or Yahveh.'
Puesto que desanimáis el corazón del justo con enga os cuando yo no le contristo, y vigorizáis las manos del malvado, de modo que no se convierta de su mala conducta para que viva,
'En cuanto al profeta, si se deja seducir y dice una palabra, yo, Yahveh, habré seducido a ese profeta; extenderé mi mano contra él y lo exterminaré de en medio de mi pueblo Israel.
Si un hombre corriera tras el viento y dijera mentiras como ésta: 'Yo te haré profec as a cambio de vino y licores', ése ser a el profeta digno de este pueblo.
As habla Yahveh contra los profetas que seducen a mi pueblo, los que proclaman: '¡Paz!', mientras tengan algo que masticar entre sus dientes; pero declaran: '¡Guerra santa!' a quien no les pone algo en la boca.
Cuando estén diciendo: 'Paz y seguridad', entonces, de repente, se abatirá sobre ellos la calamidad, como los dolores de parto sobre una mujer encinta; y no habrá manera de escapar.
Hubo también falsos profetas en el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente sectas perniciosas y negarán al Se or que los rescató, atrayendo sobre s mismos rápida perdición.