Dijeron después: 'Vamos a edificarnos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue hasta el cielo, y hagámonos un nombre famoso, para no dispersarnos sobre la faz de toda la tierra'.
Jeremías 51:53 - Biblia Castilian 2003 Aunque Babel se elevara hasta los cielos, aunque hiciera inaccesible la cumbre de su fuerza, de m le vendr an devastadores - oráculo de Yahveh -. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Aunque suba Babilonia hasta el cielo, y se fortifique en las alturas, de mí vendrán a ella destruidores, dice Jehová. Biblia Nueva Traducción Viviente Aunque Babilonia llegue tan alto como los cielos y haga sus fortificaciones increíblemente resistentes, aun así yo enviaré enemigos para que la saqueen. ¡Yo, el Señor, he hablado! Biblia Católica (Latinoamericana) Aunque Babilonia se levante hasta el cielo y alce su poder a donde nadie puede llegar, llegarán, sin embargo, hasta allí los saqueadores que yo mandé, asegura Yavé. La Biblia Textual 3a Edicion Aunque Babilonia suba hasta los cielos, y se fortifique en las alturas, de mi parte le vendrán quienes la despojarán, dice YHVH. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Aunque Babel se elevara hasta los cielos, aunque hiciera inaccesible la cumbre de su fuerza, de mí le vendrían devastadores -oráculo de Yahveh-. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Aunque suba Babilonia al cielo, aunque se fortifique hasta lo alto de su fuerza, de mi parte vendrán a ella destructores, dice Jehová. |
Dijeron después: 'Vamos a edificarnos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue hasta el cielo, y hagámonos un nombre famoso, para no dispersarnos sobre la faz de toda la tierra'.
Aqu estoy suscitando contra ellos a los medos, que no estiman la plata ni aprecian el oro.
Lo suscité del norte y vino, del sol naciente lo llamé por su nombre. Pisoteó gobernadores como barro, como pisa la arcilla el alfarero.
Siéntate en silencio y entra en la oscuridad hija de los caldeos, que ya no te llamarán soberana de reinos.
Dijiste: 'Siempre seré soberana, por siempre jamás'. No consideraste estas cosas, no recordaste su desenlace.
Te enga ó el horror que causabas, la soberbia de tu corazón, tú que habitas en las hendiduras de la roca y ocupas la cumbre del collado. Aunque eleves como el águila tu nido, de all te haré bajar - oráculo de Yahveh -.
Sube al pa s de Meratáin, sube contra él, y contra los habitantes de Pecod. Mata y ejecuta el anatema con ellos - oráculo de Yahveh -, y haz todo cuanto yo te ordeno.
Abrió Yahveh su arsenal, y sacó las armas de su ira. Porque obra del Se or Yahveh Sebaot es ésta en el pa s de los caldeos.
Por eso, o d el proyecto que Yahveh proyecta sobre Babilonia, y los planes que planea sobre el pa s de los caldeos: juro que los arrastrarán como a las cr as del reba o; juro que el pastizal se horrorizará por ellos.
Afilad las flechas, llenad las aljabas. Yahveh excita el esp ritu de los reyes de Media, pues su plan sobre Babel es destruirla; porque ésta es la venganza de Yahveh, la venganza de su templo.
Heme aqu contra ti, monta a destructora - oráculo de Yahveh -, que destruyes toda la tierra: extenderé mi mano contra ti, te echaré a rodar desde las rocas y te haré monta a calcinada.
Exultarán entonces por Babel cielo y tierra y cuanto hay en ellos, cuando vengan desde el norte los devastadores - oráculo de Yahveh -.
Es que viene sobre ella, sobre Babel, el devastador; sus guerreros son cazados, sus arcos se han roto. Yahveh es un Dios de represalias que sabe desquitarse.
As dice Yahveh Sebaot: 'La ancha muralla de Babilonia será totalmente arrasada, y sus altos portones serán abrasados por el fuego. Los pueblos se afanan por nada, por el fuego se fatigan las naciones'.
En aquel mismo instante se cumplió en Nabucodonosor la sentencia. Fue expulsado de entre los hombres, comió hierba como los bueyes y su cuerpo se empapó del roc o del cielo; le crecieron los cabellos como las plumas de las águilas y las u as como las de los pájaros.
Aunque se hundan en el seol, de all los sacará mi mano; aunque suban al cielo, de all los haré bajar;
aunque vayan al destierro delante de sus enemigos, all mandaré la espada que los matará; pondré mis ojos en ellos para su ruina, no para su bien'.
¡Ay de quien acumula para su casa ganancia de sórdidos negocios, para poner su nido en la altura y esquivar el golpe del infortunio!