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Jeremías 51:42 - Biblia Castilian 2003

Subió sobre Babilonia el mar, por la masa de las olas está cubierta.

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Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Subió el mar sobre Babilonia; de la multitud de sus olas fue cubierta.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

El mar ha subido sobre Babilonia; está cubierta por las violentas olas.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

El mar se salió en Babilonia y la sumergió bajo el tropel de sus olas.

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La Biblia Textual 3a Edicion

El mar ha subido hasta Babilonia, Y la inundó con el tumulto de su oleaje.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Subió sobre Babilonia el mar, por la masa de las olas está cubierta.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Subió el mar sobre Babilonia; de la multitud de sus olas fue cubierta.

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Lòt tradiksyon



Jeremías 51:42
15 Referans Kwoze  

Los cauces de las aguas se descubren y las bases del mundo se desnudan ante tus amenazas, oh Yahveh, al resuello tremendo de tu enojo.


Yo clamo al Se or, el adorable, y de mis enemigos seré salvo.


a él, mi Dios. Mi alma está abatida en m; por eso te recuerdo desde la tierra del Jordán, desde los Hermones y el monte de Mizar.


Tú eres el que afirma con tu fuerza los montes, ce ido de vigor;


Las corrientes elevan, oh Se or, las corrientes elevan su bramido, las corrientes elevan su fragor.


Oráculo contra el desierto del mar. Como torbellinos que atraviesan el Négueb, vienen del desierto, de tierra horrible.


Es que Yahveh devasta Babilonia, acalla su gran estruendo, aunque bramen sus olas como aguas turbulentas y resuene el tumulto de su voz.


Por eso, as dice el Se or Yahveh: 'Aqu estoy yo, Tiro, contra ti. Alzaré contra ti pueblos numerosos como el mar alza sus olas.


'Sus hijos se prepararán para la guerra y reunirán numerosas y fuertes tropas. Uno de ellos avanzará invadirá, atravesará y volverá a atacar la fortaleza.


Estaba yo observando durante mi visión nocturna, y de pronto vi que los cuatro vientos del cielo agitaban el gran mar,


Pasadas las sesenta y dos semanas matarán al ungido y nada quedará. Vendrá un pr ncipe con su tropa y destruirá la ciudad y el santuario. El final será un cataclismo, y hasta el fin de la guerra durarán las devastaciones decretadas.


Habrá se ales en el sol, en la luna y en las estrellas. En la tierra, las naciones serán presa de angustia por los bramidos del mar y el estruendo de las olas