¿Se jacta el hacha ante quien corta con ella? ¿Se engr e la sierra ante quien tira de ella? ¡Como si la vara blandiera a quien la alza o un bastón alzara a quien no es de madera!
Jeremías 51:20 - Biblia Castilian 2003 Martillo fuiste para m, instrumento de guerra. Contigo martillé naciones, contigo destru reinos; Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Martillo me sois, y armas de guerra; y por medio de ti quebrantaré naciones, y por medio de ti destruiré reinos. Biblia Nueva Traducción Viviente «Tú eres mi hacha de guerra y mi espada —dice el Señor—. Contigo destrozaré naciones y destruiré muchos reinos. Biblia Católica (Latinoamericana) Yo te usé como un martillo,
como una maza para el combate. La Biblia Textual 3a Edicion Tú° fuiste mi mazo y mis armas de guerra: Por medio de ti he hecho pedazos las naciones, Por medio de ti aniquilé reinos, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Martillo fuiste para mí, instrumento de guerra. Contigo martillé naciones, contigo destruí reinos; Biblia Reina Valera Gómez (2023) Maza me sois, y armas de guerra; contigo quebrantaré naciones, y contigo destruiré reinos. |
¿Se jacta el hacha ante quien corta con ella? ¿Se engr e la sierra ante quien tira de ella? ¡Como si la vara blandiera a quien la alza o un bastón alzara a quien no es de madera!
Vienen de tierra lejana, del extremo del cielo, Yahveh y las armas de su ira, para destruir toda la tierra.
¿Pero nunca lo has o do? Desde lejanos tiempos lo tengo preparado, desde tiempos remotos lo hab a planeado, y ahora lo voy a ejecutar. Tú redujisite a montones de ruinas ciudades fortificadas;
As dice Yahveh a su ungido, a Ciro, a quien tomé por la diestra, para someter ante él naciones y desatar cinturas de reyes, para abrir ante él los batientes y las puertas no queden cerradas:
¡Sabedlo, pueblos, y temblad! ¡O dlo, lejan as todas de la tierra! ¡Ce os y temblad! ¡Ce os y temblad!
Todo este pa s será una ruina, una desolación, y servirán al rey de Babilonia setenta a os.
mirad que yo mando a buscar a todas las tribus del norte - oráculo de Yahveh - y a Nabucodonosor, rey de Babilonia, mi siervo, y las traeré contra este pa s y sus habitantes y contra todas estas naciones de su entorno, los entregaré al exterminio y haré de ellos horror, rechifla y ruinas perpetuas.
¡Ay, cómo se ha roto y se ha quebrado el martillo de toda la tierra! ¡Ay, cómo se ha vuelto un espanto Babilonia entre las naciones!
'Gime, pues, hijo de hombre; gime como quien tiene los ri ones quebrantados y amargura en sus ojos.
as dice el Se or Yahveh: 'Qu tate el turbante, despójate de la corona'. Se va a producir un cambio: lo humilde será ensalzado, y lo ensalzado será humillado.
Pero ellos no conocen los planes de Yahveh ni comprenden su designio: los ha reunido como gavillas en la era.
¡Levántate y trilla, hija de Sión! Yo te daré cuernos de hierro. Haré de bronce tus pezu as, y triturarás pueblos numerosos. Consagrarás a Yahveh sus despojos, y sus riquezas al Se or de toda la tierra.
Mirad en los montes las pisadas del heraldo pregonero de la paz. Festeja tus fiestas, Judá, cumple tus votos, que ya no pasará por ti Belial: ha sido aniquilado por completo.
De él sale la piedra angular, de él la clavija de la tienda, de él el arco de combate, de él salen todos los caudillos. Todos juntos
Entonces el rey se enfureció y, enviando sus tropas, acabó con aquellos asesinos y les incendió la ciudad.