Éstos fueron los pertenecientes a la provincia que volvieron del cautiverio - los que hab an sido deportados a Babilonia por Nabucodonosor, rey de Babilonia - y regresaron a Jerusalén y a Judá, cada cual a su ciudad.
Jeremías 50:19 - Biblia Castilian 2003 A Israel lo volveré a su pastizal, para que paste en el Carmelo y en Basán y se harte en la monta a de Efra n y en Galaad. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y volveré a traer a Israel a su morada, y pacerá en el Carmelo y en Basán; y en el monte de Efraín y en Galaad se saciará su alma. Biblia Nueva Traducción Viviente Traeré a Israel de regreso a su hogar, a su propia tierra, para comer en los campos de Carmelo y Basán, y para quedar saciado una vez más en la zona montañosa de Efraín y Galaad. Biblia Católica (Latinoamericana) Yo haré volver a Israel a su corral y comerá el pasto en el Carmelo y en el Basán y en los cerros de Efraím y Galaad tendrá para saciarse. La Biblia Textual 3a Edicion Y haré que Israel vuelva a su pastizal, y pacerá en el Carmelo y en Basán, para que sacie su alma en la serranía de Efraín y en Galaad. Biblia Serafín de Ausejo 1975 A Israel lo volveré a su pastizal, para que paste en el Carmelo y en Basán y se harte en la montaña de Efraín y en Galaad. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y volveré a traer a Israel a su morada, y pacerá en el Carmelo y en Basán; y en el monte de Efraín y de Galaad su alma será saciada. |
Éstos fueron los pertenecientes a la provincia que volvieron del cautiverio - los que hab an sido deportados a Babilonia por Nabucodonosor, rey de Babilonia - y regresaron a Jerusalén y a Judá, cada cual a su ciudad.
Desv a de m tus ojos, que me están asaltando. Tus cabellos, como un hato de cabras ondulando en el monte Galaad.
Enluteció, languideció la tierra, enrojeció, se marchitó el L bano; quedó el Sarón como la estepa, sacudidos el Basán y el Carmelo.
Como el narciso ha de florecer; exultará, s, exultará jubiloso. Le ha sido concedida la gloria del L bano, el esplendor del Carmelo y del Sarón. Ellos verán la gloria de Yahveh, el esplendor de nuestro Dios.
Yo mismo, sin embargo, reuniré el resto de mis ovejas de todos los pa ses adonde las he expulsado, las volveré a su pradera; y as serán fecundas y se multiplicarán.
En aquellos d as, la casa de Judá irá con la casa de Israel, y vendrán juntas del pa s del norte al pa s que di en herencia a vuestros padres.
No temas, siervo m o, Jacob - oráculo de Yahveh -, no tengas miedo, Israel, pues voy a salvarte del pa s lejano, y a tu estirpe del pa s de su cautiverio. Volverá Jacob y reposará, descansará sin que nadie le moleste.
As dice Yahveh: mirad: voy a cambiar la suerte de las tiendas de Jacob, y de sus moradas voy a compadecerme. Se reedificará la ciudad sobre su escombrera, y el palacio en su justo lugar se asentará.
y en lividez se convierten? S, grande es aquel d a, no hay semejante a él; tiempo de angustia es para Jacob, pero será librado de él.
Saciaré a los sacerdotes con enjundia y mi pueblo se hartará de mis bienes - oráculo de Yahveh -.
Porque llega el d a en que gritan los centinelas en la monta a de Efra n: '¡Levantaos! ¡Subamos a Sión a Yahveh, nuestro Dios!''.
Mirad: voy a reunirlos de todos los pa ses adonde los expulsé a causa de mi ira, mi furor y mi gran encono, y los haré volver a este lugar, para que vivan en él tranquilos.
Pero tú no temas, siervo m o Jacob, no tengas miedo, Israel, porque yo voy a salvarte del pa s lejano; y a tu estirpe del pa s de su cautiverio. Volverá Jacob y reposará, descansará sin que nadie le moleste.
Ovejas perdidas, eso era mi pueblo. Sus pastores las hab an descarriado haciéndolas vagar por las monta as. Del monte al collado caminaban olvidando su majada.
Por eso, di: 'As dice el Se or Yahveh: os recogeré de entre los pueblos y os reuniré de los pa ses en donde habéis sido dispersados, y os daré el pa s de Israel.
Porque os voy a recoger de entre las naciones y a reuniros de todos los pa ses, para llevaros a vuestra tierra.'
'As dice el Se or Yahveh: el d a en que os purifique de todas vuestras iniquidades, haré que se habiten las ciudades y se reedifiquen las ruinas.
Al cabo de muchos d as recibirás una orden. Al final de esos a os irás a un pa s rescatado de la espada, cuya gente, recogida de muchos pueblos, está en los montes de Israel, que hab an sido una desolación permanente. Esta gente ha sido sacada de entre los pueblos, y ahora viven todos ellos tranquilos.
'Por el lado este, entre Jaurán y Damasco, entre Galaad y el pa s de Israel, el Jordán hará de frontera hasta el mar oriental, hasta Tamar. Éste será el lado este.'
Pastorea a tu pueblo con tu cayado, al reba o de tu heredad, que mora apartado en un bosque, en medio de un vergel. ¡Que pazcan en Basán y Galaad, como en los d as de anta o!
¿Qué Dios hay como tú, que perdona el pecado, que pasa por alto la rebeld a del resto de su heredad? No persiste por siempre en su ira, porque se complace en la misericordia.
Los haré volver del pa s de Egipto, y desde Asiria los reuniré; los llevaré a la tierra de Galaad, y el L bano no será bastante para ellos.
Los hijos de Rubén y de Gad ten an inmensos reba os. Viendo que el pa s de Yazer y el de Galaad eran regiones propicias para la cr a de ganado,
el pa s que Yahveh ha conquistado ante la comunidad de Israel, es tierra de pasto para el ganado y tus servidores tienen ganado'.
Josué les contestó: 'Si eres un pueblo tan numeroso, sube al bosque y rotura en beneficio tuyo una parte en la tierra de los perizeos y de los refa tas, ya que la monta a de Efra n te resulta angosta'.