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Jeremías 5:9 - Biblia Castilian 2003

¿No voy a castigar estas cosas? - oráculo de Yahveh -. Y de una nación como ésta, ¿no he de vengarme?

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Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

¿No había de castigar esto? dijo Jehová. De una nación como esta, ¿no se había de vengar mi alma?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

¿No habría de castigarlos por esto? —dice el Señor—. ¿No habría de vengarme contra semejante nación?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

¿Y no voy a castigar tales acciones? ¿No he de vengarme de una nación como ésta? Así, dice Yavé:

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La Biblia Textual 3a Edicion

¿No he de visitar por estas cosas? dice YHVH, ¿Y de una nación semejante no ha de vengarse mi alma?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

¿No voy a castigar estas cosas? -oráculo de Yahveh-. Y de una nación como ésta, ¿no he de vengarme?

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

¿No he de castigar por esto? dice Jehová. De una nación como ésta ¿no se ha de vengar mi alma?

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Lòt tradiksyon



Jeremías 5:9
23 Referans Kwoze  

As sucede con la mujer ajena: no queda impune quien la toca.


Por eso - oráculo del Se or, Yahveh Sebaot, el Fuerte de Israel -¡ah!, tomaré satisfacción de mis adversarios, me vengaré de mis enemigos.


En los guijarros del torrente tengas tu herencia: ellos, ellos sean tu porción; sobre ellos derramaste libaciones, les ofreciste oblación. ¿Voy a compadecerme por esto?


Por eso, as dice Yahveh, Dios de Israel, acerca de los pastores que apacientan a mi pueblo: 'Vosotros habéis dispersado mis ovejas, las habéis descarriado y no habéis cuidado de ellas. Mirad: voy a castigar en vosotros la maldad de vuestras obras - oráculo de Yahveh -.


S; esta ciudad ha sido para m la causa de mi ira y de mi furor desde el d a en que la construyeron hasta hoy, de modo que tendré que apartarla de mi presencia


Yahveh no pod a soportar más ante la maldad de vuestras obras, ante las abominaciones que comet ais, y por eso, vuestro pa s se ha convertido en desierto, horror y maldición, sin que haya un solo habitante, como sucede hoy.


Escalad sus terrazas y destruid, dadle el golpe de gracia; arrancad sus mugrones, pues no son de Yahveh.


¿No voy a castigar estas cosas? - oráculo de Yahveh -. Y de una nación como ésta, ¿no he de vengarme?


Por eso estoy lleno de la ira de Yahveh, estoy cansado de reprimirla. Vuélcala sobre el ni o en la calle, y sobre la tertulia de jóvenes también. Pues presos serán el hombre y la mujer, el anciano y la colmada de d as.


Pues as dice Yahveh Sebaot: Talad sus árboles, alzad contra Jerusalén un terraplén. Es la ciudad que ha de ser castigada; todo en ella es opresión.


¿No debo castigarlos por estas cosas - oráculo de Yahveh -, y de una nación como ésta no he de vengarme?'.


Entonad en los montes llanto y lamento, y en los pastizales de la estepa una eleg a, pues están abrasados, sin que nadie pase, y ya no se oye el mugir del ganado; desde las aves del cielo hasta las fieras todas huyeron, se han ido.


Hemos pecado, hemos sido rebeldes; y tú no has perdonado.


Tu castigo está cumplido, hija de Sión; Tau Yahveh no volverá a desterrarte. Castigará tu iniquidad, hija de Edom, pondrá tus pecados al desnudo.


No me apiadaré ni tendré compasión; te trataré según tu conducta, y tus abominaciones estarán presentes ante ti; y sabréis que soy yo, Yahveh, el que hiere''.


Pondré fin a toda su alegr a, a sus fiestas, sábados y novilunios, y todas sus solemnidades.


Aunque inmolen sacrificios sangrientos, sacrifican carne y se la coman, Yahveh no se complace en ellos. Recordará su iniquidad y castigará sus pecados. Tendrán que volver a Egipto.


Esa tierra se ha hecho impura; yo he castigado su maldad, y la tierra vomitó a sus habitantes.


Traeré sobre vosotros la espada, la espada que vengará mi alianza. Buscaréis refugio en vuestras ciudades, pero yo enviaré la peste en medio de vosotros y os entregaréis a vuestros enemigos.


Dios celoso y vengador es Yahveh, Álef vengador es Yahveh y furibundo, Yahveh se venga de sus adversarios, es implacable con sus enemigos.


Para m la venganza y el dar lo merecido al tiempo en que vacile su pie; porque cerca está el d a de su ruina, y ya se avecina lo que les espera.


Naciones, aclamadlo a una con su pueblo, porque Dios vengará la sangre de sus siervos; tomará venganza de sus adversarios y hará la expiación por su tierra y su pueblo.'