Mientras la tierra dure, sementera y siega, fr o y calor, verano e invierno, noche y d a nunca cesarán'.
Jeremías 5:24 - Biblia Castilian 2003 y en su corazón no dijeron: 'Temamos a Yahveh, nuestro Dios, que da la lluvia, la lluvia temprana y la lluvia tard a, a su tiempo; las semanas fijadas para la siega él nos las asegura'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y no dijeron en su corazón: Temamos ahora a Jehová Dios nuestro, que da lluvia temprana y tardía en su tiempo, y nos guarda los tiempos establecidos de la siega. Biblia Nueva Traducción Viviente No dicen de corazón: ‘Vivamos con temor reverente ante el Señor nuestro Dios, porque nos da la lluvia cada primavera y otoño, asegurándonos una cosecha en el tiempo apropiado’. Biblia Católica (Latinoamericana) sin que se les ocurriera decir:
'Temamos a Yavé, nuestro Dios, que nos manda lluvia,
en otoño y en primavera,
y nos concede el tiempo justo para cosechar. La Biblia Textual 3a Edicion Y no dicen en su corazón: Temamos ya a YHVH nuestro Dios, Aquel que nos daba las lluvias, Las tempranas° y las tardías,° en su tiempo, Reservando para nosotros las semanas establecidas para la siega.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 y en su corazón no dijeron: 'Temamos a Yahveh, nuestro Dios, que da la lluvia, la lluvia temprana y la lluvia tardía, a su tiempo; las semanas fijadas para la siega él nos las asegura'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y no dijeron en su corazón: Temamos ahora a Jehová nuestro Dios, que da lluvia temprana y tardía en su tiempo; Él nos guarda los tiempos establecidos de la siega. |
Mientras la tierra dure, sementera y siega, fr o y calor, verano e invierno, noche y d a nunca cesarán'.
El as, el tesbita, de Tisbé de Galaad, dijo a Ajab: '¡Vive Yahveh, Dios de Israel, a quien sirvo, que en estos a os no ha de haber roc o ni lluvia, sino por orden m a'.
Me esperaban igual que se espera la lluvia, abr an su boca como al agua tard a.
¿Quién cuenta las nubes con exactitud y quién inclina los odres del cielo,
el que cubre los cielos con las nubes y prepara la lluvia para el suelo; el que hace en las monta as brotar hierba,
Los que habitan las tierras más lejanas temen ante tus portentos. Tú haces gozosas las salidas de la ma ana y de la tarde.
Pero ahora, Yahveh, tú eres nuestro padre. Nosotros somos la arcilla y tú el alfarero, obra de tus manos todos nosotros.
Cuando él da una voz hay estruendo de aguas en el cielo y levanta las nubes desde los confines de la tierra. Produce relámpagos para la lluvia y saca el viento de sus depósitos.
¿Hay entre los dolos de las naciones quien haga llover, o pueden los cielos dar lluvias? ¿Acaso no eres tú, Yahveh? ¡Dios nuestro, en ti esperamos, pues eres tú quien hace todas estas cosas!
Tu propia maldad te castiga, tus apostas as te escarmientan. Reconoce y advierte que es malo y amargo el haber dejado a Yahveh, tu Dios, y que en ti no se halle mi temor - oráculo del Se or Yahveh Sebaot -.
Por eso quedaron bloqueados los chubascos y no hubo lluvia en primavera. Pero tú tienes cara de ramera, no quieres avergonzarte.
¿No me temeréis? - oráculo de Yahveh -. ¿No temblaréis ante m, que puse la arena por frontera al mar, barrera eterna que no ha de pasar? Agitarse podrá, pero no le valdrá; bramarán sus olas, pero no la pasarán.
Preguntarán por Sión con sus rostros dirigidos hacia ella: Venid, unámonos a Yahveh con una alianza eterna, inolvidable.
Después se convertirán los hijos de Israel, buscarán a Yahveh, su Dios, y a David, su rey, y acudirán temerosos a Yahveh y a sus bienes, al fin de los tiempos.
Venid, volvamos a Yahveh: él nos desgarró, pero él nos curará; él nos hirió, pero él nos vendará.
Hijos de Sión, alegraos, gozaos en Yahveh, vuestro Dios, porque él os concede la lluvia de oto o en justicia, hace caer sobre vosotros lluvia abundante: lluvia de oto o y de primavera, como anta o.
Os he negado la lluvia cuando aún faltaban tres meses para la siega; he hecho llover en una ciudad y en otra ciudad no hecho llover; un campo fue regado por la lluvia, y otro campo se secó, sin lluvia.
Pedid a Yahveh la lluvia en el tiempo de la lluvia tard a. Es Yahveh quien forma las nubes y derrama la lluvia, quien da el pan al hombre y la hierba al campo.
as seréis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, el cual hace salir el sol sobre malos y buenos y manda la lluvia sobre justos e injustos.
Sin embargo, dio siempre testimonio de s mismo haciendo el bien, enviándoos desde el cielo las lluvias y las estaciones fruct feras, colmando de sustento y de alegr a vuestros corazones'.
Yahveh te abrirá el rico tesoro del cielo para darle a su tiempo la lluvia a tu tierra y para bendecir todas sus empresas; as tú prestarás a muchas naciones, y de ninguna tendrás que tomar prestado.
Tened, pues, paciencia, hermanos, hasta la parus a del Se or. Mirad cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando pacientemente hasta recibir lluvias tempranas y tard as.
Tienen el poder de cerrar el cielo para que no caiga lluvia durante los d as de su ministerio profético, y tienen poder sobre las aguas para convertirlas en sangre y para herir la tierra con cualquier plaga cuantas veces quieran.