Él respondió: 'He sentido vivo celo por Yahveh, Dios Sebaot, porque los israelitas han abandonado tu alianza, han demolido tus altares y han pasado a cuchillo a tus profetas. Sólo he quedado yo, y me buscan para quitarme la vida'.
Jeremías 5:1 - Biblia Castilian 2003 Recorred las calles de Jerusalén, mirad bien y comprobad, buscad por sus plazas a ver si encontráis a uno siquiera, a uno que practique la justicia, que busque la verdad, y la perdonaré. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Recorred las calles de Jerusalén, y mirad ahora, e informaos; buscad en sus plazas a ver si halláis hombre, si hay alguno que haga justicia, que busque verdad; y yo la perdonaré. Biblia Nueva Traducción Viviente «Corran por todas las calles de Jerusalén —dice el Señor—. Busquen arriba y abajo; ¡busquen por toda la ciudad! Si encuentran aunque sea a una sola persona justa y honrada, no destruiré la ciudad. Biblia Católica (Latinoamericana) Recorran las calles de Jerusalén, miren bien e infórmense. Busquen por las plazas, a ver si encuentran a un hombre, uno siquiera, que practique la justicia y busque la verdad, y perdonaré a esta ciudad.
'¿Tus ojos, Yavé, no buscan acaso la verdad?' La Biblia Textual 3a Edicion Recorred las calles de Jerusalem, Y mirad, e informaos, y buscad por sus plazas, Si podéis hallar un hombre, Si hay uno solo que haga justicia, Que busque la verdad, Y Yo la perdonaré. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Recorred las calles de Jerusalén, mirad bien y comprobad, buscad por sus plazas a ver si encontráis a uno siquiera, a uno que practique la justicia, que busque la verdad, y la perdonaré. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Recorred las calles de Jerusalén, y mirad ahora, y sabed, y buscad en sus plazas si podéis hallar algún hombre, si hay alguno que haga juicio, que busque verdad; y yo la perdonaré. |
Él respondió: 'He sentido vivo celo por Yahveh, Dios Sebaot, porque los israelitas han abandonado tu alianza, han demolido tus altares y han pasado a cuchillo a tus profetas. Sólo he quedado yo, y me buscan para quitarme la vida'.
Porque los ojos de Yahveh recorren toda la tierra para fortalecer a los que se le entregan con entero corazón. Neciamente has procedido esta vez. Por eso desde ahora habrá guerras contra ti'.
El Se or observa desde el cielo a los hijos de los hombres, para ver si hay quien comprenda, quien pregunte por Dios.
Todos van desviados, todos a una pervertidos: no hay quien haga el bien, no hay uno siquiera.
¿Quién se yergue por m contra el malvado y se pone a mi lado contra los fautores de maldad?
Muchos hombres se proclaman amigos; pero un hombre fiel, ¿quién lo hallará?
junto a las puertas, a la entrada de la ciudad, en los puntos de acceso está clamando:
Me levanté, recorr la villa por callejas y plazas, en busca del amado de mi alma. Lo buscaba y no lo hallé.
No hay nadie que acuse con justicia, nadie que juzgue con sinceridad; se conf a en la nada, se dice lo vano, se concibe la pena, se da a luz la maldad.
¿Por qué discut s conmigo? Todos vosotros os habéis rebelado contra m - oráculo de Yahveh -.
Entonces todos los hombres que sab an que sus mujeres incensaban a otros dioses, todas las mujeres que estaban presentes - una gran asamblea - y todo el pueblo que habitaba en el pa s de Egipto y en Patrós, respondieron a Jerem as en estos términos:
Estuve atento y o: hablan como no deben nadie se arrepiente de su maldad diciendo: '¿Qué he hecho?'. Todos se precipitan en su carrera, como caballo lanzado al combate.
Tensan su lengua como en arco; la mentira, y no la verdad, domina en el pa s. Caminan de maldad en maldad, y a m no me conocen - oráculo de Yahveh -.
Saeta mort fera es su lengua, enga o son las palabras de su boca. Habla amablemente con su amigo, pero a escondidas le pone una emboscada. Su lengua es flecha mort fera, las palabras de su boca son mentira; ofrecen saludo de paz al prójimo mientras por dentro le maquinan asechanzas
'He buscado entre ellos a alguien que levante un muro y resista firme en la brecha delante de m en favor del pa s para que yo no lo destruya, pero no lo he encontrado.
Me dijo: 'La iniquidad de la casa de Israel y de Judá es grande, muy grande; el pa s está lleno de sangre y la ciudad llena de injusticia, porque dice: 'Yahveh ha abandonado el pa s, Yahveh no ve nada'.
'Pero tú, Daniel, guarda en secreto estas palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos lo estudiarán y aumentarán su conocimiento.'
Se lanzan sobre la ciudad, corren por las murallas, escalan las casas, y por las ventanas entran como ladrones.
De mar a mar irán tambaleándose, de norte a oriente andarán vacilantes en busca de la palabra de Yahveh, pero no la encontrarán.
Yo pregunté: '¿Qué vienen a hacer éstos?'. Contestó: 'Aquéllos son los cuernos que dispersaron a Judá, de modo que nadie levantó ya cabeza; pero éstos vienen para espantarlos, para derribar los cuernos de las naciones que alzaron los cuernos contra el pa s de Judá para dispersarlo'.
Volvió el criado y le refirió a su se or estas cosas. Entonces el amo de casa se enfureció y dijo a su criado: 'Sal inmediatamente por las plazas y las calles de la ciudad, y a los pobres y tullidos y ciegos y cojos tráelos aqu '.
y de toda especie de maldades, que seducirán a los que están en v as de perdición, por no haber acogido el amor de la verdad que los habr a salvado.