He aqu que voy a poner en él un esp ritu tal que, al o r cierta noticia, se volverá a su pa s, y all le haré caer a filo de espada'.
Jeremías 49:5 - Biblia Castilian 2003 Mira que yo te traigo el terror - oráculo del Se or Yahveh Sebaot - por todas partes. Se os expulsará a cada uno por su lado, y nadie acogerá a los que huyan. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 He aquí yo traigo sobre ti espanto, dice el Señor, Jehová de los ejércitos, de todos tus alrededores; y seréis lanzados cada uno derecho hacia adelante, y no habrá quien recoja a los fugitivos. Biblia Nueva Traducción Viviente ¡Pero mira! Yo traeré terror sobre ti —dice el Señor, el Señor de los Ejércitos Celestiales—. Tus vecinos te expulsarán de tu tierra y nadie ayudará a tus desterrados cuando huyan. Biblia Católica (Latinoamericana) Pues bien, yo trataré de que el terror se abalance contra ti por todas partes: todos huirán, cada uno por su lado, y no habrá nadie para reunir a los fugitivos. La Biblia Textual 3a Edicion Mira, Yo envío un terror sobre ti, Dice Adonay YHVH Sebaot, Que te rodeará por todas partes, Y seréis expulsados, cada cual delante de sí mismo, Y no habrá quien recoja a los fugitivos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Mira que yo te traigo el terror -oráculo del Señor Yahveh Sebaot- por todas partes. Se os expulsará a cada uno por su lado, y nadie acogerá a los que huyan. Biblia Reina Valera Gómez (2023) He aquí yo traigo espanto sobre ti, dice el Señor, Jehová de los ejércitos, de todos tus alrededores; y seréis lanzados cada uno delante de su rostro, y no habrá quien recoja al errante. |
He aqu que voy a poner en él un esp ritu tal que, al o r cierta noticia, se volverá a su pa s, y all le haré caer a filo de espada'.
En sus o dos suenan gritos de horror, cuando más tranquilo está le asalta el bandido.
Huye el malvado sin que nadie le persiga, el honrado se siente seguro como un león.
Danos un consejo, toma una decisión. Haz tu sombra como la noche en pleno mediod a; oculta a los fugitivos, no descubras al evadido.
Sus viudas, por causa m a, son más numerosas que la arena del mar. He tra do contra esta madre de jóvenes guerreros un devastador al mediod a; eché sobre ella de repente terror y espanto.
Mirad: voy a enviar a muchos pescadores - oráculo de Yahveh -, que los pescarán; y luego enviaré a muchos cazadores, que los cazarán en todas las monta as, en todas las colinas y en las grietas de las rocas.
Pues as dice Yahveh: 'Mirad: voy a entregarte al terror, a ti y a todos tus amigos, que caerán bajo la espada de sus enemigos. Lo verán tus propios ojos. Y entregaré a todo Judá en mano del rey de Babilonia, que los deportará a Babilonia y los pasará a cuchillo.
Pero ¿qué veo? Están consternados, vuelven la espalda; sus guerreros, batidos, emprenden la huida sin mirar atrás. ¡Pavor por doquier! - oráculo de Yahveh -.
Toman sus tiendas y sus reba os, sus pabellones y todas sus cosas. Se llevan sus camellos, gritándoles: '¡Terror por doquier!'
No salgáis al campo, no andéis por el camino, pues la espada del enemigo está ah: terror por todas partes.
'¡Apartaos! ¡Un impuro!', les gritaban. Sámek '¡Apartaos! ¡Apartaos! ¡No toquéis!'. Vagaban dispersos y la gente dec a: 'Que no sigan viviendo aqu '.
Saldréis por las brechas, una detrás de otra, y seréis expulsadas al Hermón - oráculo de Yahveh -.
y les dijo: 'Ya sé yo que Yahveh os ha entregado el pa s, que el terror que inspiráis ha ca do sobre nosotros y que todos los moradores del pa s están temblando en presencia vuestra,