Sube la hija de Dibón a las alturas a llorar. Por Nebó y Mádaba está gimiendo Moab. Todas sus cabezas calvas; todas sus barbas afeitadas.
Jeremías 48:3 - Biblia Castilian 2003 ¡Oid! Gritos desde Joronáin: devastación, desastre inmenso. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 ¡Voz de clamor de Horonaim, destrucción y gran quebrantamiento! Biblia Nueva Traducción Viviente Oigan los gritos que vienen de Horonaim, gritos de devastación y gran destrucción. Biblia Católica (Latinoamericana) Escuchen los gritos que se sienten desde Abarim:
'¡Calamidad! ¡Desastre total!
¡Moab ha sido arrasada!' La Biblia Textual 3a Edicion ¡Voz de clamor desde Horonaim: Asolamiento y gran destrucción! Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¡Oid! Gritos desde Joronáin: devastación, desastre inmenso. Biblia Reina Valera Gómez (2023) ¡Voz de clamor desde Horonaim, despojo y gran destrucción! |
Sube la hija de Dibón a las alturas a llorar. Por Nebó y Mádaba está gimiendo Moab. Todas sus cabezas calvas; todas sus barbas afeitadas.
Mi corazón grita por Moab. Sus fugitivos, hasta Soar: Eglat Selisiyá. La cuesta de Lujit se la suben llorando; por el camino de Joronáin lanzan gritos desgarrados,
Porque un grito va rodeando el territorio de Moab: hasta Egláin llega su alarido, hasta Beer El n llega su alarido.
Por eso digo: 'No me miréis, lloraré amargamente; no porfiéis en consolarme por la ruina de la hija de mi pueblo'.
Sea este hombre como las ciudades que derribó Yahveh sin compasión; oiga gritos por la ma ana y alaridos al mediod a,
As dice Yahveh: 'Mirad: crecen aguas del norte y se convierten en torrente desbordante. Inundan el pa s y lo que contiene, las ciudades y sus habitantes. Gritan los hombres, y ululan todos los habitantes del pa s
El clamor de Jesbón y de Elalé llega hasta Yahas. Dan voces desde Soar hasta Joronáin y Eglat Selisiyá, pues también las aguas de Mimr n se convierten en desierto.
S; la subida de Lujit la suben llorando. S; en la bajada de Joronáin se oyen gritos de desastre.
¡Escuchad! Se oyen gritos en Babel, un desastre inmenso en el pa s de los caldeos.