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Jeremías 46:6 - Biblia Castilian 2003

El ágil no huye, no escapa el guerrero: Al norte, a orilla del Éufrates, tropezaron y cayeron.

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Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

No huya el ligero, ni el valiente escape; al norte junto a la ribera del Éufrates tropezaron y cayeron.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

El corredor más veloz no puede huir; los guerreros más poderosos no pueden escapar. En el norte, junto al río Éufrates, tropiezan y caen.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Ni el más ágil podrá escapar, ni el más valiente, salvarse, Al norte, a orillas del río Eufrates, tropezaron y cayeron.

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La Biblia Textual 3a Edicion

¡Que no salve la agilidad ni libre la valentía! ¡Al norte, junto al Éufrates, tropiezan y caen!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

El ágil no huye, no escapa el guerrero: Al norte, a orilla del Éufrates, tropezaron y cayeron.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

No huya el ligero, ni el valiente escape al norte; junto a la ribera del Éufrates tropezaron y cayeron.

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Lòt tradiksyon



Jeremías 46:6
22 Referans Kwoze  

En su tiempo subió el Faraón Necó, rey de Egipto, en ayuda del rey de Asiria, hacia el r o Éufrates. Salió el rey Jos as a su encuentro, pero apenas se enfrentaron, el Faraón le dio muerte en Meguidó.


No volvió a salir de su pa s el rey de Egipto, porque el rey de Babilonia se hab a apoderado de todo lo que hab a pertenecido al rey de Egipto desde el torrente de Egipto hasta el r o Éufrates.


Al acercarse a m los malhechores para comer mi carne, son ellos, mis opresores y enemigos, los que tropiezan y se caen.


He visto además bajo el sol que no son los veloces quienes ganan la carrera, ni los héroes el combate, que también hay sabios sin pan, inteligentes sin estima, porque en todo interviene la suerte y la desgracia.


Muchos de ellos tropezarán, caerán y se romperán, se enredarán y serán cazados.


Yahveh me dijo: Del norte se desencadenará la desgracia sobre todos los habitantes del pa s,


Pero Yahveh está conmigo como guerrero potente, por eso mis perseguidores tropezarán y nada podrán; están totalmente avergonzados porque nada consiguen: ignominia eterna que no podrá olvidarse.


mirad que yo mando a buscar a todas las tribus del norte - oráculo de Yahveh - y a Nabucodonosor, rey de Babilonia, mi siervo, y las traeré contra este pa s y sus habitantes y contra todas estas naciones de su entorno, los entregaré al exterminio y haré de ellos horror, rechifla y ruinas perpetuas.


Izad bandera hacia Sión: aprisa, no os paréis, pues traigo una desgracia desde el norte, un desastre inmenso.


Aquel d a es para el Se or Yahveh Sebaot d a de venganza para vengarse de sus enemigos. La espada se cebará, se saciará, se embriagará de su sangre, pues celebra un sacrificio el Se or Yahveh Sebaot en tierra del norte, junto al r o Éufrates.


Oyeron las naciones tu ignominia, tu clamor ha llenado la tierra; porque guerrero con guerrero tropezó, ambos a la vez cayeron.


con fuerza, tropezó y cayó. Entonces uno a otro se dijeron: 'Levántate, volvamos a nuestro pueblo, a nuestro pa s natal, ante la espada destructora'.


Tropezará la insolencia y caerá, y no habrá quien la levante. Prenderé fuego a sus ciudades y devorará todos sus alrededores'.


Buscad un refugio, benjaminitas, fuera de Jerusalén. Tocad la trompeta en Tecoa, encended una almenara en Bet Queren, porque asoma por el norte una desgracia, un desastre inmenso.


Después volverá su mirada a los bastiones de su pa s, pero tropezará, caerá y no se le encontrará más.'


Las fuerzas invasoras se hundirán ante él y serán destrozadas, lo mismo que el pr ncipe de una alianza.